Cuando uno pregunta por ahí acerca de los platos tradicionales ingleses, se mencionarán el fish and chips, el shepherd's pie o el sunday roast, todos ellos platos contundentes, completos, comestibles y lo que es mejor, disfrutables. Mirad qué preciosidad:

un sunday roast ahí to wapo con su gravy, su worcestershire pie y sus verduras para añadir color y proporcionar al comensal proyectiles con los que juguetear con los de la mesa de al lado

Shepherd's pie: se observa claramente la capa superior de hamor cubriendo el hamor de debajo.

Fish and chips: no es mi plato favorito, pero es claramente decente. Si consigues encontrar un lugar civilizado en el que frían el pescado y las patatas separados, mejor que mejor. Pero no es nada fácil (sin soltar la pasta, claro).
Pero no son los únicos.
Los platos realmente típicos y con solera británica son otros. Quizá el más célebre y comestible sea el pie and mash. Tampoco es TAN antiguo (tiene su origen en el East End londinense del siglo XIX) pero sí ha conservado una gran popularidad a lo largo del tiempo. En los últimos años su protagonismo ha disminuido drásticamente pero sigue habiendo lugares donde uno puede gozarlos por apenas £3.50. Consiste de un puré de patatas acompañando a un pastel de carne y gravy (caldo espeso de carne), generosamente bañado con eel liquor sauce, que no tiene licor pero sí tiene eel (anguila); es en realidad el caldo sobrante de cocinar las anguilas, al que se hecha perejil para darle sabor y sobre todo presencia.
Helo aquí:

El segundo plato londinense de toda la vida son las jellied eels (anguilas gelatinadas). Es lo que es: no te engañan. La presencia del plato pone a prueba el estómago más voraz y la textura promete ser una vía rápida hacia el vómito. Se empezó a cocinar en el siglo XVIII, aprovechando la extensa población de anguilas en el Támesis (a fecha de hoy, están protegidas debido al riesgo de extinción, pero su población está creciendo felizmente así que no se preocupen, hamigos de Greenpeace), y el que tenga huevos puede comérselas por £2.50. Yo aún no me veo con arrestos, porque la única anguila que probé fue en Japón y con salsa teriyaki. Aunque no era desagradable no era lo mío, que huyo de la anchoa y me recordó mucho a eso en salmuera. Pero esto... esto eleva las cosas a otro nivel:

welcometodying.mp3
Venga.