Yo desde bien pequeño fui un crío bastante hablador y se me entendía bastante, mis padres al ir al cine, no les quedaba otra que llevarme porque no tenían con quién dejarme.Dolordebarriga escribió: ↑26 Jun 2020 02:04Los sábados comiamos en casa de mis abuelos, en la Barceloneta, paella, mi abuela era Alicantina, y luego mis padres se iban por ahí y a mi hermana y a mí nos dejaban al cuidado de mis abuelos. Ellos, que eran majísimos nos llevaban a pasar la tarde y una de las opciones era ir a la sesión doble de uno de los dos cines del barrio, El Marina o el Barcino. Antes de entrar se preguntaba si las pelis las podían ver niños y si el taquillero decía que sí pues los cuatro pa dentro y a pasar la tarde con la sesión doble y las palomitas de maíz. Pues bien, a la tierna edad de cinco o seis años mis abuelos nos entraron en el Barcino después de haber recibido el visto bueno del taquillero sobre las películas en proyección y tras ver una primera película que ni recuerdo, lógico íbamos mucho al cine y me acuerdo de muy pocas de aquella época, las de Jakie Chan, las del delfín Flipp (o algo así) y algunas del oeste o de tiros. Pues tras la primera película proyectaron la segunda de la que si recuerdo el título, lo tengo grabado a fuego "Enfermera de noche". A la primera teta se me abrieron los ojos como platos y descubrí un mundo hasta entonces vedado. Mis abuelos nos dijeron que para afuera pero yo me aferré a la butaca y tuvieron que sacarme a la fuerza entre mi abuelo, que era de esos hombres recios y con mucha fuerza, mi abuela y el acomodador. Yo gritaba como si me estuvieran matando "¡¡¡joder me estaban matando!!!" y me aferraba a donde podía. El aforo primero se molestó pero después comenzaron a reirse e incluso a animarme pero nadie paró a mi abuelos y al acomodador en su misión de echarme de la sala para que no viera el dulce mana. Mi pobre hermana, todavía más menor que yo, no se enteraba de nada. Luego mi abuelo que era un buenazo del siete le pegó un broncazo al de la taquilla por decir que la peli la podían ver niños y supongo que le devolvieron las entradas o le dieron unos vales para otro día.
Con cinco o seis años vi la lus, hamigos.
Mi primera musa.
En fin, eran tiempos en los que se empezaban a ver desnudos o semidesnudos en las películas, finales de los 70 principios de los 80, yo entonces contaba con 3 o 4 años y tenía la puta manía de ir narrando la película y avisar a mi padre cada vez que salía una nalga o un pezón en la pantalla "Mira papa (así, sin acento, como los gitanos) tetas" o "Mira papa, culos".
Mi madre descubrió que con los sugus me tiraba un rato callado, pero claro, los sugus no duraban toda la película y un día descubrió que una cucharadita de jarabe para la tos antes de ver la película era mano de santo ya que me quedaba dormido, a mí además me gustaba porque tenía un saborcito rico (siempre he tenido un organismo privilegiado a la hora de engancharme a los narcóticos)
También es verdad que mi madre, aún no se sabía lo molón que era eso tomaba Optalidon estando embarazada de mi, y ya me veis, yo tan de puta madre.
No sé porqué cojones os he acabado contando esta puta mierda, pero quería compartir con vosotr@s un recuerdo entrañable también de mi niñez.