El humor del juego también jugó mucho a mi favor (la parte del concierto loco en el escenario del pueblo). Y respecto a lo de ahorrar municiones, no recuerdo si había ajuste de dificultades diferentes, pero yo suelo jugar siempre en normal, y en general el juego te daba todo lo que necesitabas con holgura en cuanto habías pasado los principios de cada capítulo, que sí que vas más pelado ahí.
Tengo también los dlcs pendientes. Me los acabas de recordar, a ver si les meto mano en breve, que ahora mismo estoy huerfanito de juegos (mentira) porque ayer por la tarde nos dedicamos a finiquitar el enorme, divertidísimo y loco:
Y no le puedo regalar un piropo más grande que el de:
Es uno de los mejores Dragon Quest que he jugado en mi piuta vida.
Combate 100% por turnos con ataques especiales y bloqueos con QTE (ultrasencillos).
No solo un mapa enorme y lleno de cositas que hacer, sino además un par más de tamaño más reducido, pero que son una auténtica pasada para el fan de las ciudades japonesas. Recorrer Kamurocho (una alter ego loco del Sinjuku real) de noche, pasear por la enorme Ijincho (literalmente Yokohama), con su precioso skyline y noria bonita... o flipar con el nivel de detalle brutal de cada una de las calles de Sotembori (Osaka, que desde que la hemos "conocido" gracias a este juego, ya es objetivo número 1 para el próximo viaje largo que haga), es todo una delicia y uno de los sandbox más vivos y variados que jamás he jugado. Pocas cosas más gustosas que patear la ciudad, meterte en cualquier restaurante, y zamparte todo el menú mientras tus compañeros cuentan alguna historieta divertida.
La lista de cosas que hacer en cada ciudad es enooorme. No solo el juego cuenta con una historia principal larga e interesante (15 capitulazos como 15 soles), sino que cuenta con 52 misiones secundarias (de lo mejor que he disfrutado nunca, algunas absolutamente locas y brillantes, otras singularmente entrañables a lo "capítulo del hermano de Fry"), además de 6 misiones de compañeros, una laaaaaaaarga (si alguien la términa, tiene mis putos respetos) retaila de encargos como Héroe A Media Jornada (tareas y encargos de entregar mierditas a la persona adecuada) y luego una lista de minijuegos tremenda:
(Sacado de una guía).
-Recogelatas. Un juego de carreras y recolección.
-Cine de películas antiguas. Un juego de QTE en el que tienes que intentar no quedarte dormido en el cine.
Aquí, viendo otra de Kaurismaki.
-Formación profesional Qunabara. Un juego de test temáticos tipo trivial y extrañamente viciante.
-Dragon Kart. Un puto Mario Kart, nada menos.
-Arena de batalla.
-Juegos Arcade. Con nada menos que el mitiquérrimo OUT RUN y los Virtua Fighter 2 y 5 enteritos, enteritos. Un regalo de parte de SEGA por nuestra cara bonita.
-Centro de bateo Mirai. Jueguico de baseball.
-Dardos. Juego completo de dardos.
-Shogi. Juego completo de shogi.
-Karaoke. PUTO KARAOKE.
-Tragaperras.
-Mahjong.
-Casino. Porque si en un juego se puede jugar al Blackjack y a la ruleta, ese juego ya es mejor juego sí o sí.
Por si eso no fuera ya una puta locura de contenido, encima existe la Sujidex:
Hazte con todos: no te dejes sin capturar a Pervertido En Paños Menores.
una enciclopedia en la que tienes que registrar todos los tipos de enemigos existentes (252 diferentes, a cada cual más descojonante), gestión de relación con amigos, 6 romances diferentes y el mejor minijuego de todos:
La puta GESTIÓN EMPRESARIAL, con la que hemos pasado literalmente horas comprando, vendiendo, contratando, formando empleados, despidiendo, ganando pasta, invirtiendo, luchando en las Juntas de Accionistas... con el objetivo de llevar a Dulces Ichiban a lo más alto de Japón, coño.
HOOOOOOLD!!!!Yakuza LAD, la vida empresauria es la vida mejor. El gallo Tortilla, sin duda es un activo valiosísimo.
La historia principal está francamente bien, y francamente bien contada. Una historia de yakuzas, traiciones, sorpresas, giros dramáticos bestiales, culebrón... muy guay.
Pero todo lo que adereza al juego es lo que realmente creo que enamora a los fans de esta saga de juegos. El humor delirante, el diseño conceptual de los enemigos es absolutamente brillante (pagaría buena pasta por un Bestiario de este juego en formato físico), el diseño de los distintos y variadísimos ataques especiales...
Y a nivel jugable, es un JRPG por turnos de los de toda la vida, pero con algún toque que moderniza ciertas mecánicas, convirtiendo el producto final en algo menos rígido y fácil de entrar que en los DQ clásicos a los que homenajea.
En el aspecto técnico, debo decir que me deja absolutamente FLIPADO el nivel de expresividad de los protagonistas. Probablemente sean unas de las caras que mejor y más se expresan de entre todas las que he jugado. No sé si más realistas, pero por lo menos más "vivas" (expresivas) que auténticos hitos como Death Stranding, o Red Dead Redemption, aunque suene a blasfemia. Puede que sea que no recuerdo tan bien esos juegos, y a lo mejor me pones una comparativa de Digital Foundry y me callas la boca. Pero lo cierto es que la captura de las caras de este Yakuza son una puta pasada.
A nivel de combate, es un juego por turnos muy bien medido. Los enemigos tienen ciertas debilidades que hay que descubrir, y para ello contaremos con unos cuantos compañeros con diferentes capacidades. Las habilidades que cada uno puede tener, irán definidas por el tipo de Trabajo que le adjudiques a cada uno. De hecho son trabajos, literalmente. Para cambiarlos, tienes que ir a una especie de oficina del INEM. Hay muchos trabajos diferentes, cada uno con sus pros y sus contras y sobre con diferentes habilidades capaces de hacer daños o apoyos diferentes.
Siendo Guardaespaldas, serás una mala bestia haciendo daño con tus katanas.
Siendo Capataz, serás el terror de los grupos grandes con tu martillo de demolición.
Siendo Cocinero, tu personaje conseguirá potenciar a los aliados o envenenar a los enemigos.
Siendo Idol, lanzaras canciones que podrán encantar a los esbirros que te ataquen, o subir el ataque y evasión de los tuyos.
Y así con todo.
Cuando subas de nivel de trabajo, ciertas habilidades las acabarás aprendiendo indistintamente del trabajo que luego desempeñes. Por lo tanto no es mala idea que algunos personajes sean muy especializados en un trabajo concreto, y otros hayan picoteado de varios diferentes a menos nivel pero hasta adquirir poderes interesantes.
En ese sentido, el juego es complejo y denso de cojones.
En lo argumental, estamos ante una historia laaaaarga y con gancho, y con unos protagonistas absolutamente memorables. Desde el día de ayer, el bueno de Ichiban Kasuga pasa desde ya a formar parte de mi top de protagonistas de videojuegos. Buena gente, puto loco, leal, emotivo, divertidamente desubicado en el Japón actual (por motivos argumentales que conviene descubrir), y algo simplón pero guay con las mujeres. Muy bien escrito, la verdad.
En el debe:
-Cinemáticas laaaaaargas. Creo que no llega al nivel de Death Stranding, pero se le acerca.
-Un pequeño gran desnivel en la curva de dificultad al final del capítulo 12. El juego te da las herramientas necesarias para afrontarlo (nada menos que una arena de combate opcional de 30 combates en los que subes experiencia a lo bestia para esas alturas de la partida). Pero es cierto que el (los) jefe final de ese capítulo es un puto dolor de muelas hasta que das con la estrategia adecuada. Luego la cosa se vuelve de nuevo más lineal (pero exigente, que conste. No es un JRPG de jugar con el piloto automático todo el rato, cuidao).
-Algún momento argumental algo melodramático de más. Se hace raro terminar un combate importante invocando literalmente una langosta karateka y una horda de hombres disfrazados de bebés con pañales, y luego tener que sentirte triste porque un personaje muy importante en la trama es asesinado a caraperro de un tiro a traición.
Pero bueno.
Que es un juegazo. Jugadlo en cuanto lo tengáis a tiro. No es para todo el mundo because JAPONESADAS... pero es guay.
Un 9,5.
Puerta equivocada.
Me ha encantado y me ha dejado un hueco bien grande en el coraçao.
De hecho no descarto darle estos mediodías un poco más para sacarme el platino de las cosas que me faltan por conseguir.
Por el bueno de Ichi, se hace.
