Berdadera Hizkierda: los 1.000 matices

[Criadillas]

Jajajaja, hijoputah el Beaker.

Me han gustado ambos textos, el de Golon y el de Salao.
Estoy, me temo, mucho más cerca de la visión de Golon que de la segunda.
También es cierto que soy de ese año de nacimiento que nos libramos justamente sin necesidad de pedir prórrogas, ni objeciones ni mandangas. Nací en octubre del 83, por lo tanto, cero mili. A seguir (mal) estudiando y (bien) saliendo por ahí libremente. Thanks, Aznar.

Entiendo que las circunstancias personales de cada uno son impermeables, y conozco gente (mi suegro) que romantiza la mili porque en general fue una buena época para él (hijo de uno de los ex-gobernadores de Salamanca, pues os podéis imaginar el destino y obligaciones que tenía).
Mi padre sin embargo siempre nos avisó a mi hermano y a mí de que en general era una puta pérdida de tiempo, y encima peligroso físico y psicológicamente. Mi hermano (8 años mayor que yo), objetó y estuvo trabajando medio gratis de administrativo en el Ayuntamiento de Villalba por un tiempo equivalente. Lo que se hacía si tenías algún estudio y no querías meterte en la mili, vamos.

Yo creo que me hubiese adaptado bien a la rutina castrense, pero por contra a nivel psicológico convivir con algunos cafres me hubiese jodido bastante la vida. Soy de los de evitar sin paliativos a la gente que NOPE, y en el ejército, eso está difísil.

En fin. Que ya tenemos una edad y tiene toda la pinta de que, salvo catástrofe acsoluta, hemos esquivado la bala (je)

[CacaDeLuxe]

[Ruttiger]

Cuando os encontreis a un subhumano romantizar el antiguo servicio con aquello de que ahí te convertias en un tio hecho y derecho le podeis mandar a la mierda de mi parte, con saña y violencia.

Bueno, romantizar el pasado es un poco inevitable. Yo lo voy a dejar en que la mili tenía mucho de revelador. Sobre el mundo en general y sobre ti mismo. De entrada te metían de golpe en un universo nuevo, con reglas nuevas, la mayoría no explícitas, con un montón de tíos que eran como tú. Por un lado descubres tu lugar en el mundo. Si eres listo, hay tíos más listos que tú. Si eres tonto, hay tíos más tontos que tú. Si eres fuerte, hay tíos más fuertes que tú. Si eres chungo, hay tíos más chungos que tú. Esto en la vida civil no es tan cristalino. En la vida militar sí. Luego te encuentras con el mundo jerárquico. Jerarquías explícitas y no explícitas. Galones, veteranía, poder. No sólo vas a tener que reconocer y adaptarte a esta nueva realidad en todas sus variables sino que en unos pocos meses vas a descubrir un poco más de ti mismo porque poco a poco vas a ir ascendiendo en la jerarquía y te vas a ver en situaciones en las que podrás ejercer el poder de una forma más o menos arbitraria en unas circunstancias de relativa impunidad. En otras palabras, vas a descubrir tu grado de hijoputez. A algunos se les ve venir desde el primer día, pero hay mosquitas muertas que luego dan sorpresas. Cuando llevas un cierto tiempo en este universo tan particular, sobre todo si estás en condiciones de aislamiento prolongando vas a descubrir cómo de poderoso es el entorno a la hora de condicionar tu comportamiento. Algunas veces en el momento. Otras veces al cabo de cierto tiempo te sorprendes de hasta qué punto has vivido idas de olla colectivas con total naturalidad. Aquí hay peña que le van los escape rooms. Esto es una mezcla de escape room definitivo con uno de esos juegos de mundo abierto. Por un lado da la sensación de que el tiempo no pasa y de que los días son todos iguales y por otro estás completamente sobreestimulado y experimentas unas relaciones personales que se me antojan muy complicadas de reproducir fuera. Para bien y para mal. Llevas una vida muy pautada con hitos muy claros y cuando vuelves a casa de un permiso se hace todo rarísimo. Con el tiempo le acabas pillando el tranquillo a ese universo extraño y hostil y hasta te manejas medio bien en él. Pero si eres listo eres plenamente consciente de que estás adaptado a ese ecosistema en concreto que acaba donde acaba el perímetro. Si, por lo que sea, estas cosas pasan, te cambian de ecosistema (te llevan a otro cuartel, otra unidad, lo que sea) toda tu supuesta veteranía y conocimiento del medio sirven de poco y hay que poco menos que volver a empezar con el proceso de adaptación al nuevo medio que es extraño y hostil pero de manera diferente.

Con todo, a mí me fue relativamente bien. Porque. Fui relativamente mayor. Parece que no, pero no es lo mismo ir con dieciocho que con veintiuno. Estás algo más centrado. Tenía dinero. Llevaba trabajando un par de años y tenía un pequeño tesorito. Eso marca diferencia. Conducía, lo que me permitía salir del cuartel prácticamente cada día y tener ratos solo conmigo mismo. Salud mental, sobre todo al principio y un cierto estatus. Descubrí que no era un hijo de puta y otros descubrieron que no era un hijo de puta. Eso es una cosa guay. Descubrí que el hecho de no ser un hijo de puta tiene sus limitaciones. No puedes proteger a todo el mundo todo el tiempo. Sobre todo porque a veces la gente lo se deja proteger. Y no te puedes hacer mala sangre por eso.

Mi padre tenía una idea romántica de la mili porque. A mediados de los años cincuenta para un número importante de los soldados de reemplazo significaba dormir bajo techo, tener ropa y zapatos y comer tres veces al día de lunes a domingo que era bastante más de lo que disfrutaban hasta aquel momento. Es cierto que durante año y medio quedaban sometidos a la disciplina castrense de postguerra a manos de una jerarquía militar que no nos la podemos ni imaginar pero eso era un picnic comparado con los trabajos que venían desempeñando a cambio de prácticamente nada. Y por si alguno se le olvidaba cuando le daban un permiso le estaban esperando en el pueblo para currar en el mismo régimen de antes de incorporarse a filas que puta gracia les hacía. De hecho estaba prohibido y perseguido por el ejército porque volvían del permiso hechos unos zorros y alguno directo a enfermería. A mi abuelo le pusieron una multa porque mi padre se rompió una pierna currando en uno de esos permisos haciendo el animal (siempre se trabajaba haciendo el animal). No era raro el que aprendía a leer y las cuatro reglas durante aquel año y medio. En fins, que al final todo depende de las circunstancias. De todas maneras mi padre era un romántico así en general, porque también echaba de menos las palizas a currar que se metía antes de ir a la mili, y también las de después, y pasar frío, hambre y privaciones porque al final lo que echas de menos es la vida que tenías cuando eras joven y tenías más pelo. Yo también soy un poco así.

Total que todo esto para decir que fui sin ganas y pasado el tiempo tengo que reconocer que fue, en cierto modo un regalo. Un regalo en términos de experiencia y vivencias que, no soy subnormal, hice obligado y si hubiera podido evitarlo, pues lo hubiera evitado. Que por otro lado, soy un poco subnormal, igual ahora visto lo visto me hubiera gustado vivir más a ful. Quicir, hice una mili light. Conozco peña que, una vez en destino y ver el percal, dio un paso al frente cuando tuvo oportunidad y se hizo paraca o legionario a lo kamikaze, puestos a comer mierda me voy a hinchar. Y tan contentos, o eso dicen. Porque esa es otra. La mili se presta mucho a la leyenda y a la gente le gusta contar historias.

Qué post tan bonito, Szalai. Hay gente que porai con muchísimo menos (y muchísima menos vergüenza) está sacando libros de memorias.

[Szalai]

Qué post tan bonito, Szalai. Hay gente que porai con muchísimo menos (y muchísima menos vergüenza) está sacando libros de memorias.

El gran libro / serie / película de la mili está por hacer. No de la mía. De la mili en general. Bueno, tenemos el libro aquel de Muñoz Molina, "Ardor Guerrero" creo que era (mu flojo y desaprovechado) o "Cateto a babor" (ni tan mal dentro de lo que es). Cuesta creer que un escenario tan potente con tantas posibilidades haya sido tan poco tratado en ficción.

[M. Corleone]

Como Szalai al final no ha creado el hilo de la mili, cuento mi batallita.

Yo alegué que padecía asma alérgica, y como los militares no son gente de creerse las cosas así de buena a primeras, me mandaron a correr al hospital militar de Burgos. Fui con otro amigo, también asmático y que encima tenía una pierna más corta que otra. En el coche de su padre, un Simca. Sería el año 1993.

El día anterior fui a un descampado cercano a mi casa y recolecté gramíneas (esas espigas que se clavan en los jerseys de lana) y los almacené en un papel de aluminio. Antes de correr, me metí en el bolsillo del chándal unas cuantas de esas espigas. Mientras corría, cogí con la mano unas cuantas espigas, y con el puño cerrado aspiraba cual politoxicómano. Yo realmente en esa época ya no tenía asma, si no era "estimulando" al organismo con una buena dosis de polen. Tras correr algo así como 15 minutos a trote cochinero en el patio del hospital (yo en esa época corría 10 kilómetros en 45 minutos sin despeinarme) me auscultó un médico con su fonendoscopio, y me dijo: "Vaya, tienes bastantes pitidos, reposa ahí en esa consulta 20 minutos, y ahora te volvemos a auscultar a ver si sigues con pitos". Evidentemente, durante esos 20 minutos de supuesto reposo lo que hice fue aspirar aún más dosis de polen. Tras una vida huyendo de las gramíneas, ahí tenía un puñado de espigas en mi puño, y respiraba a través de ellas. Cuando llegó el momento de escucharme la respiración otra vez, el médico dijo "Caray, chico, pareces una caja de música". Obviamente, resultado de no apto para el servicio. De putísima madre. En caso de no librarme habría objetado, tenía claro que no iba a hacer la mili.

Estuve una semana con un asma brutal, echando unas flemas terribles, pero fue la mejor asma de mi vida.

PD: Mi amigo (que también se acabó librando) llevó unas cebolletas en vinagre gigantescas, con la teoría (magufa, en mi oponión) de que el vinagre te cierra los bronquios y da asma (¿?). El caso es que se libró.

Este ha sido todo mi contacto con militares en toda mi vida.

[poshol na]

Yo tenía dos hernias discales diagnosticadas, así que con presentarme ante el médico militar y decirle: "Mire este informe lo que dice. ¿Cómo? Sí, sí, me hacen muchísimo daño constantemente" me libré.
Lo bueno es que mientras me visitaba, a mis pies tenía la mochila con la ropa sudada tras el partido de baloncesto federado que acababa de disputar.

Pero sí, inepto.

[Chino]

Un amiguete mío (este hilo parece "historias de la puta mili que no hice") se enteró del peso que tenía que alcanzar con su estatura para librarse, y se puso a comer como un animal durante los meses previos.

Se libró el muy bestia.

[Ruttiger]

Un amiguete mío (este hilo parece "historias de la puta mili que no hice") se enteró del peso que tenía que alcanzar con su estatura para librarse, y se puso a comer como un animal durante los meses previos.

Se libró el muy bestia.

THE HAMIGAZEST

[M. Corleone]

Qué peña, oygan.

[Chino]

Qué peña, oygan.

Por "peña" ¿te refieres al tal ISaac o al caracrater?