Me ha gustado especialmente lo del hijo sobre y debajo de la cama.
Y el de la araña, o bicho, es tetalmente verdad. ¡Paranoia!
Ahora, cuando era cría me cagué viva imaginando una situación de estas.
Había estado trasteando con la cámara y unos amigos durante una excursión. A la noche, en mi habitación, me acosté y ya a oscuras caí en que no la había guardado y la tenía por ahí cerca. Me imaginé que el día de revelar las fotos me encontraba fotos de mí durmiendo. Me costó conciliar el sueño. Sí, ya sé, hubiera sido más fácil levantarse y guardar la cámara en el cajón, pero en el fondo estaba disfrutando. ¿Y si al revelarlas hubiera fotos mías durmiendo o algo raro?
Sinceramente, querida, me importa un bledo.