Rianxeira, una pregunta: ¿las conclusiones pueden a su vez ser premisas de otros encadenados lógicos? Pero vamos, aun así me has entendido que es lo que cuenta.
¿Tú ves bien un sistema monetario que no esté respaldado por nada? ¿Ves bien que los banqueros puedan sacar dinero del aire y prestartelo? ¿Y qué para poder pagar los intereses de ese prestamo tengas que trabajar como un burro? ¿Y qué si, por lo que sea, no puedes pagar los intereses de ese dinero, que salió del aire, el banco te pueda embargar la casa, el coche y la nomina?
¿Es eso? ¿Lo he entendido bien?
No es que me parezca bien, es que es lo que hay y difícilmente puede ser de otro modo.
Verás, es que un sistema monetario ¿por qué cosa pretendes que esté invariablemente respaldado? El dinero no es
nada, por definición. Si el dinero realmente representase algún bien concreto, no sería dinero, sino un mero título de propiedad asignado a ese mismo bien.
En ciertas épocas, lugares o momentos se puede elegir un patrón que respalde el dinero, pero es que eso es igualmente arbitrario. Puede ser el oro como podría ser el cuarzo, la mica o el feldespato. El oro no es más que otro tipo de recibo, que en vez de papel, está en pepitas o lingotes.
Pedirle al sistema financiero que respalde su dinero con
algo es absurdo. Lo que hay que hacer es pedir a los estados que controlen la relación del sistema financiero con los individuos. Ése SÍ es el problema, porque entre estado y bancos no se sabe quién es el chulo y quién es la puta.
A nosotros sí nos piden que respaldemos el dinero, pero ya te dije que el dinero es como lo de la gravedad: la de Newton funciona para los pequeños y la de Einstein funciona para los grandes. Tu dinero y mi dinero no es el mismo dinero de los bancos.
Yo es que soy muy preguntón y me gusta preguntar por todo: ¿Les parece bien esto?
No. Pero eso no tiene nada que ver con lo que dice el documental ni con el patrón que respalde el dinero. Tiene más que ver con la manera en que los estados delegan todo el meollo financiero en manos privadas. Y no sólo delegan, es que les comen la polla a dos carrillos.
¿Qué pasa si la gente un buen día se harta y le dice al banco: "se acabó, no pago más porque ya no tengo nada con que pagar, me lo han quitado todo"?
Cuando ya no tienes nada con que pagar pero aún tienes deuda, el problema empieza a ser también de ellos.
Lo irónico de esta situación trágica es que a los bancos tampoco les beneficia embargar a todo Cristo. Si les pagas religiosamente ganan; si les debes y ya no tienes con qué pagar, no ganan nada.