Con un rey medio acorraladito no sé qué tal saldrá la cosa, pero bueno, ya veremos.
Hoy vengo eufórico, jugaba con mi equipo de ajedrez un match para subir de categoría y he ganado la partida que nos daba el ascenso. Tiene menos glamour que meter el gol decisivo en una final de la Champions, pero me ha quedado buen cuerpo, oyes.
¿Timado? Coñe, diría que te dije que jugaba en competición aunque soy malillo. Bueno, en mi equipo dicen que soy el agujero porque pierdo siempre, pero vamos.
Lo curioso es que juega más gente federada de lo que se cree. Hay abuelos a miles (hoy he jugado contra uno que se ha pasado cuatro horas y media de partida con un palillo entre los dientes y la boina clavada hasta los ojos. Un hamigo hentrañable.), algunos jugadores que se lo toman en serio y unos cuantos miles que jugamos sólo 9 domingos al año en serio y no aprendemos ni a tiros.