8ª Jornada: Predicador Vs Juggernaut
- Juggernaut
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Eso, mejor ir separando y delimitando areas de acción.
No es por nada, pero es que si se atacan a la vez cavidades excesivamente próximas se podría producir una colisión de huevos cual badajos que produciría un efecto cuanto menos desagradable.
y esto lo digo desde el más profundo respeto a la textura de su escroto. No quisiera que por el roce acabáramos los dos así
Vuestro, pero no me hinchéis los huevos: Juggernaut.
No es por nada, pero es que si se atacan a la vez cavidades excesivamente próximas se podría producir una colisión de huevos cual badajos que produciría un efecto cuanto menos desagradable.
y esto lo digo desde el más profundo respeto a la textura de su escroto. No quisiera que por el roce acabáramos los dos así
Vuestro, pero no me hinchéis los huevos: Juggernaut.
Este es un mundo de estúpidos, controlados por imbéciles, para beneficio de mediocres.
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Oponente desaparecido escribió:He hecho calculos y hasta el miercoles por la noche no voy a poder ponerme en serio con esto. Espero que no le moleste al yogurt y a Nena. (dentro de los calculos he contado con que tengo que finiquitar el combate contra el lechero)
Creo que el miércoles por la noche pasó hace algún tiempo, Predi.
Oye, que si no puedes, no pasa nada, lo entiendo, nena lo entiende, todos lo entendemos. Estás ocupado, tienes unos churumbeles negros y bastardos que mantener... nada, los punticos para mi y listo, tan felices y tan amigos.
Este es un mundo de estúpidos, controlados por imbéciles, para beneficio de mediocres.
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Predicador no empieza, y ya creo que se ha pasado dos semanas desde que dio plazo, así que empiezo yo.
Total, como ya sé su opción, defiendo yo con un primer post la otra, y el combate no queda modificado, dado que en el primer post no se puede hacer referencia directa.
Por tanto, queridos forooyentes, empezamos la defensa de la opción más clara y lógica: Por qué debemos usar tatuajes. Exploremos un poco nuestra historia y hagamos un pequeño viaje hacia nuestro más remoto origen para descubrir el por qué de esas marcas en nuestro cuerpo.
El tatuaje ha estado siempre ligado al desarrollo humano. Desde tiempos remotos, las pinturas realizadas encima del cuerpo han sido utilizadas para distinguir los individuos notables de una población determinada. Aquellos que ostentan un determinado poder dentro de una sociedad deben mostrar símbolos e iconos que los distingan del resto.
En las sociedades antiguas, aquellas castas que hoy día nos vienen a la mente como las más carismáticas, brujos, guerreros, curanderos, líderes, etc, es decir, los más emblemáticos y necesarios miembros del grupo, han ostentado marcas encima de su cuerpo como símbolos de poder y autoridad, para su inmediato reconocimiento.
Para ostentar un poder determinado, se pueden utilizar más métodos: Bastones, ropas, adornos, y otros oropeles que normalmente acompañan al cargo. Por qué entonces esta inclinación a modificar la pigmentación de la propia piel?
Uno de los motivos es la permanencia. Un bastón puede perderse, un adorno puede ser robado. Sin embargo, las marcas en la piel nos permiten identificar sin margen de error posible que su poseedor es de noble origen. Otro de los motivos es la clara integración con la naturaleza. El tatuaje permite emular a los grandes seres salvajes que nuestros antepasados, como nosotros mismos, admiramos en el fondo de nuestro corazón. Las manchas de un leopardo, las rayas de un tigre, los ocelos de una pantera... estos mecanismos naturales de ocultamiento que la naturaleza ha empleado siempre con éxito han cautivado las mentes de grandes y pequeños.
Y esta memoria histórica ha pasado a través del tiempo hasta nuestros días, deformada por el tiempo y las sociedades, pero intacta en el fondo: La iconografía del poder, del cazador solitario, que pinta su cuerpo para protegerse, emular a aquellos seres de la naturaleza que más respeto y reverencia le inspiran.
Podemos observar todavía a nuestro alrededor signos de ese respeto por las marcas en la piel que denotan un origen secreto, misterioso y apasionante. Así, en literatura y cine, abundan las historias de protagonistas que ocultan un símbolo misterioso en su cuerpo que nos recuerda esa reverencia de nuestros antepasados.
No podría parar de citar ejemplos: La marca en el brazo de Elora Danan, princesa de Tirass-Lynn, de Willow, el tatuaje en el vientre de la niña de WaterWorld, que al final era un mapa para encontrar tierra firme, la cicatriz en la frente de Harry Potter, el tatuaje del mapa en la mano de Kyle, el protagonista de Tiitán After Earth, las pinturas de guerra de los samurais, y de los indios americanos, el maquillaje de camuflaje de los marines... no todos estos son tatuajes, pero si que comparten un origen común: el reconocimiento inmediato e inequívoco de alguien especial. Simbolos secretos y misteriosos, símbolos de poder que hacen que nuestra mente retroceda hasta el inicio de los tiempos, que volvamos a ser personajes místicos, y nos alejan del mundo material que nos aturde y nos aburre.
En el fondo es esa la razón que mueve a tatuarse. El respeto antiguo por el valor, por el misticismo. Y es por eso que miles de jóvenes, descontentos aun no saben ni por qué, ven que hay algo que les falta en sus vidas, algo que les lleva a colocarse un símbolo, una pequeña muestra de disconformidad con el aturdimiento general, de rebeldía contra este mundo tan descafeinado que les toca vivir, que les hace sentirse un poco más libres.
En un mundo que ha perdido todos los valores que deseábamos encontrar de pequeños, el honor, la valentía, la sinceridad, la rectitud... en un mundo así, quien espera encontrar un tatuaje en la clase dirigente? nadie. Se imaginan a Aznar tatuado? No. Se imaginan a Bush tatuado? No. A quien nos podemos imnaginar tatuado es a Águila Blanca, o a alguien así, que en nuestra imaginación y en nuestra memoria genética sabemos que fue mucho más valeroso que cualquiera que ahora se haga llamar líder.
Y por fin, una imagen vale más que mil palabras así que:
Para ellas... y urdu (y Dorian, y x... cuanto transexual suelto)
Con tatuaje:
sin tatuaje
Para ellos... y Vladenka (promoción especial de mal rollo que no viene a cuento pero es que me apetecía ir distribuyendo leña)
Con tatuaje
Y un poco de peloteo pa la jueza...
Y esta, que me iba a enseñar el tatuaje, pero ya se me escapó el disparador de la cámara antes de tiempo, de la impresión. Si es que los mejores tatuajes son los escondidos.
Sin tatuaje
Dentro de unos cuantos miles de años, por lo que parece, predicador contestará, diciendo lo contrario. No le hagan caso, porque yo se, predicador sabe y todos lo sabemos, que él no sería capaz de decirle que no a un tatuaje que le llegara al alma. Algo así:
La tentación de todo predicador: besar la barba de Yahvé
Total, como ya sé su opción, defiendo yo con un primer post la otra, y el combate no queda modificado, dado que en el primer post no se puede hacer referencia directa.
Por tanto, queridos forooyentes, empezamos la defensa de la opción más clara y lógica: Por qué debemos usar tatuajes. Exploremos un poco nuestra historia y hagamos un pequeño viaje hacia nuestro más remoto origen para descubrir el por qué de esas marcas en nuestro cuerpo.
El tatuaje ha estado siempre ligado al desarrollo humano. Desde tiempos remotos, las pinturas realizadas encima del cuerpo han sido utilizadas para distinguir los individuos notables de una población determinada. Aquellos que ostentan un determinado poder dentro de una sociedad deben mostrar símbolos e iconos que los distingan del resto.
En las sociedades antiguas, aquellas castas que hoy día nos vienen a la mente como las más carismáticas, brujos, guerreros, curanderos, líderes, etc, es decir, los más emblemáticos y necesarios miembros del grupo, han ostentado marcas encima de su cuerpo como símbolos de poder y autoridad, para su inmediato reconocimiento.
Para ostentar un poder determinado, se pueden utilizar más métodos: Bastones, ropas, adornos, y otros oropeles que normalmente acompañan al cargo. Por qué entonces esta inclinación a modificar la pigmentación de la propia piel?
Uno de los motivos es la permanencia. Un bastón puede perderse, un adorno puede ser robado. Sin embargo, las marcas en la piel nos permiten identificar sin margen de error posible que su poseedor es de noble origen. Otro de los motivos es la clara integración con la naturaleza. El tatuaje permite emular a los grandes seres salvajes que nuestros antepasados, como nosotros mismos, admiramos en el fondo de nuestro corazón. Las manchas de un leopardo, las rayas de un tigre, los ocelos de una pantera... estos mecanismos naturales de ocultamiento que la naturaleza ha empleado siempre con éxito han cautivado las mentes de grandes y pequeños.
Y esta memoria histórica ha pasado a través del tiempo hasta nuestros días, deformada por el tiempo y las sociedades, pero intacta en el fondo: La iconografía del poder, del cazador solitario, que pinta su cuerpo para protegerse, emular a aquellos seres de la naturaleza que más respeto y reverencia le inspiran.
Podemos observar todavía a nuestro alrededor signos de ese respeto por las marcas en la piel que denotan un origen secreto, misterioso y apasionante. Así, en literatura y cine, abundan las historias de protagonistas que ocultan un símbolo misterioso en su cuerpo que nos recuerda esa reverencia de nuestros antepasados.
No podría parar de citar ejemplos: La marca en el brazo de Elora Danan, princesa de Tirass-Lynn, de Willow, el tatuaje en el vientre de la niña de WaterWorld, que al final era un mapa para encontrar tierra firme, la cicatriz en la frente de Harry Potter, el tatuaje del mapa en la mano de Kyle, el protagonista de Tiitán After Earth, las pinturas de guerra de los samurais, y de los indios americanos, el maquillaje de camuflaje de los marines... no todos estos son tatuajes, pero si que comparten un origen común: el reconocimiento inmediato e inequívoco de alguien especial. Simbolos secretos y misteriosos, símbolos de poder que hacen que nuestra mente retroceda hasta el inicio de los tiempos, que volvamos a ser personajes místicos, y nos alejan del mundo material que nos aturde y nos aburre.
En el fondo es esa la razón que mueve a tatuarse. El respeto antiguo por el valor, por el misticismo. Y es por eso que miles de jóvenes, descontentos aun no saben ni por qué, ven que hay algo que les falta en sus vidas, algo que les lleva a colocarse un símbolo, una pequeña muestra de disconformidad con el aturdimiento general, de rebeldía contra este mundo tan descafeinado que les toca vivir, que les hace sentirse un poco más libres.
En un mundo que ha perdido todos los valores que deseábamos encontrar de pequeños, el honor, la valentía, la sinceridad, la rectitud... en un mundo así, quien espera encontrar un tatuaje en la clase dirigente? nadie. Se imaginan a Aznar tatuado? No. Se imaginan a Bush tatuado? No. A quien nos podemos imnaginar tatuado es a Águila Blanca, o a alguien así, que en nuestra imaginación y en nuestra memoria genética sabemos que fue mucho más valeroso que cualquiera que ahora se haga llamar líder.
Y por fin, una imagen vale más que mil palabras así que:
Para ellas... y urdu (y Dorian, y x... cuanto transexual suelto)
Con tatuaje:
sin tatuaje
Para ellos... y Vladenka (promoción especial de mal rollo que no viene a cuento pero es que me apetecía ir distribuyendo leña)
Con tatuaje
Y un poco de peloteo pa la jueza...
Y esta, que me iba a enseñar el tatuaje, pero ya se me escapó el disparador de la cámara antes de tiempo, de la impresión. Si es que los mejores tatuajes son los escondidos.
Sin tatuaje
Dentro de unos cuantos miles de años, por lo que parece, predicador contestará, diciendo lo contrario. No le hagan caso, porque yo se, predicador sabe y todos lo sabemos, que él no sería capaz de decirle que no a un tatuaje que le llegara al alma. Algo así:
La tentación de todo predicador: besar la barba de Yahvé
Este es un mundo de estúpidos, controlados por imbéciles, para beneficio de mediocres.
- Predicador
- Mojahedín
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- Registrado: 06 Mar 2003 01:10
- Ubicación: En las oscuras calles de metropolis..
Ufff.
Lo siento.. Mis calculos fueron fallidos
No he podido conectar antes, y de hecho ahora mismo estoy en uno de esos descansos fugaces.
Me han acribillado con los trabajos esta ultima semana, y esta tarde entrego el ultimo si consigo acabarlo durante la mañana..
Comprendo que se me de el combate por perdido.
Si aun, el alma caritativa de Jugger, decidiera dejarme hacer el post (el debe ser el primero en decidirlo) y despues de esa decision, Nena tambien estuviera de acuerdo, pues me pondria a hacer lo que ya debia haber hecho hace 2 semanas..
De lo contrario, felicidades Jugger. Tienes todo el derecho a los 3 puntos...
Si la decision es darme el combate por perdido, me gustaria poder finalizarlo a modo de amistoso..
Espero respuesta por parte de Jugger y Nena.
Lo siento.. Mis calculos fueron fallidos
No he podido conectar antes, y de hecho ahora mismo estoy en uno de esos descansos fugaces.
Me han acribillado con los trabajos esta ultima semana, y esta tarde entrego el ultimo si consigo acabarlo durante la mañana..
Comprendo que se me de el combate por perdido.
Si aun, el alma caritativa de Jugger, decidiera dejarme hacer el post (el debe ser el primero en decidirlo) y despues de esa decision, Nena tambien estuviera de acuerdo, pues me pondria a hacer lo que ya debia haber hecho hace 2 semanas..
De lo contrario, felicidades Jugger. Tienes todo el derecho a los 3 puntos...
Si la decision es darme el combate por perdido, me gustaria poder finalizarlo a modo de amistoso..
Espero respuesta por parte de Jugger y Nena.
- Juggernaut
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- Ubicación: En las oscuras calles de metropolis..
Mi compañero de combate Jugger podría haber elegido la opción ganadora al retrasarme en el combate, y reconozco su valía (que quiza podamos llamarlo estupidez) al haber defendido la opción que yo le había dejado.
Bien, pues mi defensa va a ser breve, pero concisa.
Los tatuajes son muy “guais” y muy bonitos... a simple vista.
Cuando realmente son una moda pasajera.
Hacerse un tatuaje, en principio es tener ganas de sufrir, porque ya ves, para tener una marca como el ganado sobre la piel tienes que someterte a los pinchazos del instrumento de trabajo del señor tatuador.
Con lo bonitas que eran las calcomanías esas que nos venían en los paquetes de bollería, o en los chicles. Y esas no dolían, y eran sanas.. Hasta se corrió un rumor de que algunas eran psicotrópicas, pero nunca di con ellas, ni llegue a ver jamas al hombre que decían nuestras madres que se ponía en la puerta del colegio regalándolas para que nos enganchásemos a las drogas..
Volviendo al tema de los tatuajes, el propio tatuador te recuerda que eso es para siempre, que si tienes la completa seguridad de que quieres ponértelo, y por algo será.
Luego, una vez tienes el tatuaje, es algo que (si esta a tu vista) llegas a ver todos los días, ahí esta. Es como si cada día estuvieras sin cambiarte de camiseta. Y dejando al un lado los problemas del sudor, estaría la monotonía de llevar siempre la misma camiseta. ¿verdad que renuevas tu vestuario cada cierto tiempo? Un tatuaje no, se lleva y ahí se tiene.
Como mucho lo que puedes hacer es ir a que te “pinchen” uno nuevo. Es la opción fácil y la que usa mucha gente que se cansa de su tatuaje.. por lo que ahora en vez de tener 1 problema del que preocuparte vas a tener 2. Solo ganas que el primero se olvida un corto periodo de tiempo.
Otra cosa, además, desagradable a la vista, es ver a una mujer de 60 años con un tatuaje.
Tu vas por la playa todo feliz, y cuando se te escapa la pelota y vas a recogerla, y justo ha caido al lado de la anciana de 60 años, que esta haciendo top-less, y con un tatuaje todo arrugoso cerca del pecho. Por favor. ¿alguien puede imaginar algo que revuelva mas el estomago? Yo sinceramente no...
Esos tatuajes, que si te arrepientes alguna vez, (cosa que hace mas del 80% de la gente) y quieres quitártelo, has de pasar por una especie de dolorosa operación. Y ademas luego siempre quedan marcas en la zona donde estaban.
Y como yo digo, si en un futuro resulta repulsivo y asqueroso para quien lo mantiene, y para quien se arrepiente ha de pasar una tortura para quitárselo ¿por qué queremos los tatuajes?
Este breve texto demuestra que son malos malos..
Bien, pues mi defensa va a ser breve, pero concisa.
Los tatuajes son muy “guais” y muy bonitos... a simple vista.
Cuando realmente son una moda pasajera.
Hacerse un tatuaje, en principio es tener ganas de sufrir, porque ya ves, para tener una marca como el ganado sobre la piel tienes que someterte a los pinchazos del instrumento de trabajo del señor tatuador.
Con lo bonitas que eran las calcomanías esas que nos venían en los paquetes de bollería, o en los chicles. Y esas no dolían, y eran sanas.. Hasta se corrió un rumor de que algunas eran psicotrópicas, pero nunca di con ellas, ni llegue a ver jamas al hombre que decían nuestras madres que se ponía en la puerta del colegio regalándolas para que nos enganchásemos a las drogas..
Volviendo al tema de los tatuajes, el propio tatuador te recuerda que eso es para siempre, que si tienes la completa seguridad de que quieres ponértelo, y por algo será.
Luego, una vez tienes el tatuaje, es algo que (si esta a tu vista) llegas a ver todos los días, ahí esta. Es como si cada día estuvieras sin cambiarte de camiseta. Y dejando al un lado los problemas del sudor, estaría la monotonía de llevar siempre la misma camiseta. ¿verdad que renuevas tu vestuario cada cierto tiempo? Un tatuaje no, se lleva y ahí se tiene.
Como mucho lo que puedes hacer es ir a que te “pinchen” uno nuevo. Es la opción fácil y la que usa mucha gente que se cansa de su tatuaje.. por lo que ahora en vez de tener 1 problema del que preocuparte vas a tener 2. Solo ganas que el primero se olvida un corto periodo de tiempo.
Otra cosa, además, desagradable a la vista, es ver a una mujer de 60 años con un tatuaje.
Tu vas por la playa todo feliz, y cuando se te escapa la pelota y vas a recogerla, y justo ha caido al lado de la anciana de 60 años, que esta haciendo top-less, y con un tatuaje todo arrugoso cerca del pecho. Por favor. ¿alguien puede imaginar algo que revuelva mas el estomago? Yo sinceramente no...
Esos tatuajes, que si te arrepientes alguna vez, (cosa que hace mas del 80% de la gente) y quieres quitártelo, has de pasar por una especie de dolorosa operación. Y ademas luego siempre quedan marcas en la zona donde estaban.
Y como yo digo, si en un futuro resulta repulsivo y asqueroso para quien lo mantiene, y para quien se arrepiente ha de pasar una tortura para quitárselo ¿por qué queremos los tatuajes?
Este breve texto demuestra que son malos malos..
- Predicador
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Mi compañero de combate Jugger podría haber elegido la opción ganadora al retrasarme en el combate, y reconozco su valía (que quiza podamos llamarlo estupidez) al haber defendido la opción que yo le había dejado.
Bien, pues mi defensa va a ser breve, pero concisa.
Los tatuajes son muy “guais” y muy bonitos... a simple vista.
Cuando realmente son una moda pasajera.
Hacerse un tatuaje, en principio es tener ganas de sufrir, porque ya ves, para tener una marca como el ganado sobre la piel tienes que someterte a los pinchazos del instrumento de trabajo del señor tatuador.
Con lo bonitas que eran las calcomanías esas que nos venían en los paquetes de bollería, o en los chicles. Y esas no dolían, y eran sanas.. Hasta se corrió un rumor de que algunas eran psicotrópicas, pero nunca di con ellas, ni llegue a ver jamas al hombre que decían nuestras madres que se ponía en la puerta del colegio regalándolas para que nos enganchásemos a las drogas..
Volviendo al tema de los tatuajes, el propio tatuador te recuerda que eso es para siempre, que si tienes la completa seguridad de que quieres ponértelo, y por algo será.
Luego, una vez tienes el tatuaje, es algo que (si esta a tu vista) llegas a ver todos los días, ahí esta. Es como si cada día estuvieras sin cambiarte de camiseta. Y dejando al un lado los problemas del sudor, estaría la monotonía de llevar siempre la misma camiseta. ¿verdad que renuevas tu vestuario cada cierto tiempo? Un tatuaje no, se lleva y ahí se tiene.
Como mucho lo que puedes hacer es ir a que te “pinchen” uno nuevo. Es la opción fácil y la que usa mucha gente que se cansa de su tatuaje.. por lo que ahora en vez de tener 1 problema del que preocuparte vas a tener 2. Solo ganas que el primero se olvida un corto periodo de tiempo.
Otra cosa, además, desagradable a la vista, es ver a una mujer de 60 años con un tatuaje.
Tu vas por la playa todo feliz, y cuando se te escapa la pelota y vas a recogerla, y justo ha caido al lado de la anciana de 60 años, que esta haciendo top-less, y con un tatuaje todo arrugoso cerca del pecho. Por favor. ¿alguien puede imaginar algo que revuelva mas el estomago? Yo sinceramente no...
Esos tatuajes, que si te arrepientes alguna vez, (cosa que hace mas del 80% de la gente) y quieres quitártelo, has de pasar por una especie de dolorosa operación. Y ademas luego siempre quedan marcas en la zona donde estaban.
Y como yo digo, si en un futuro resulta repulsivo y asqueroso para quien lo mantiene, y para quien se arrepiente ha de pasar una tortura para quitárselo ¿por qué queremos los tatuajes?
Este breve texto demuestra que son malos malos..
Bien, pues mi defensa va a ser breve, pero concisa.
Los tatuajes son muy “guais” y muy bonitos... a simple vista.
Cuando realmente son una moda pasajera.
Hacerse un tatuaje, en principio es tener ganas de sufrir, porque ya ves, para tener una marca como el ganado sobre la piel tienes que someterte a los pinchazos del instrumento de trabajo del señor tatuador.
Con lo bonitas que eran las calcomanías esas que nos venían en los paquetes de bollería, o en los chicles. Y esas no dolían, y eran sanas.. Hasta se corrió un rumor de que algunas eran psicotrópicas, pero nunca di con ellas, ni llegue a ver jamas al hombre que decían nuestras madres que se ponía en la puerta del colegio regalándolas para que nos enganchásemos a las drogas..
Volviendo al tema de los tatuajes, el propio tatuador te recuerda que eso es para siempre, que si tienes la completa seguridad de que quieres ponértelo, y por algo será.
Luego, una vez tienes el tatuaje, es algo que (si esta a tu vista) llegas a ver todos los días, ahí esta. Es como si cada día estuvieras sin cambiarte de camiseta. Y dejando al un lado los problemas del sudor, estaría la monotonía de llevar siempre la misma camiseta. ¿verdad que renuevas tu vestuario cada cierto tiempo? Un tatuaje no, se lleva y ahí se tiene.
Como mucho lo que puedes hacer es ir a que te “pinchen” uno nuevo. Es la opción fácil y la que usa mucha gente que se cansa de su tatuaje.. por lo que ahora en vez de tener 1 problema del que preocuparte vas a tener 2. Solo ganas que el primero se olvida un corto periodo de tiempo.
Otra cosa, además, desagradable a la vista, es ver a una mujer de 60 años con un tatuaje.
Tu vas por la playa todo feliz, y cuando se te escapa la pelota y vas a recogerla, y justo ha caido al lado de la anciana de 60 años, que esta haciendo top-less, y con un tatuaje todo arrugoso cerca del pecho. Por favor. ¿alguien puede imaginar algo que revuelva mas el estomago? Yo sinceramente no...
Esos tatuajes, que si te arrepientes alguna vez, (cosa que hace mas del 80% de la gente) y quieres quitártelo, has de pasar por una especie de dolorosa operación. Y ademas luego siempre quedan marcas en la zona donde estaban.
Y como yo digo, si en un futuro resulta repulsivo y asqueroso para quien lo mantiene, y para quien se arrepiente ha de pasar una tortura para quitárselo ¿por qué queremos los tatuajes?
Este breve texto demuestra que son malos malos..