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Dispersión Total

Publicado: 17 Oct 2003 19:16
por Lucas
Hola, o como dijo la muerte, HEY TIA:

Tengo un problema, y es que no me centro. No, no pienses que no consigo golpear a la pelota desde la banda derecha para luego rematar en plancha desde el centro del área, pues no es mi problema deportivo en sí mismo. La dispersión se ha convertido en mi compañera de viaje, y mis viajes son constantes. Ya sabes lo que dicen: la unión hace la fuerza, la fuerza lleva a empujar, los empujones a la felicidad, y la felicidad a la dispersión. Ah, ¿que no lo sabías? Pues ya lo sabes.

Y por si alguien no ha conseguido desentrañar el místico cripticismo del párrafo anterior, sí, estoy hablando de erecciones. Pero no erecciones cualesquiera, sino de las propias de un efebo homérico sobradamente dotado y especialmente preparado para los placeres terrenales, que nunca antes había visto tamaña flaccidez en su miembro viril.

Los antecedentes de tan sorprendente situación hemos de situarlos en mi reciente viaje de placer (nunca mejor dicho) por las procelosas y frías aguas de los fiordos noruegos a bordo de un majestuoso transatlántico, que inicié sin ánimo adicional al de descansar mis tullidos, pero sin embargo poderosos, músculos, cansados de los avatares de un más que truculento sometimiento a las cadenas del proletariado. Hete aquí que cerca de un millardo (sin duda exagero, pero son cosas propias de mi exacerbada imaginación) de liberales y jóvenes súbditas de la corona de Dinamarca iniciaban sus vacaciones estivales embarcadas en el mismo crucero que mi ser, cosa que no pasó desapercibida a mis extraordinarios receptores de feromonas, prestos a avisar a mis órganos ávidos siempre de emociones fuertes. Las noches de sexo salvaje se sucedían sin pensar en los esplendorosos bosques de coníferas que rodeaban las cortantes pero tranquilizadoras laderas de los fiordos, que se hundían en los miles de metros de profundidad de la inmensidad de los mares del norte con la misma facilidad con la que yo hundía mi... ejem, bueno, ya sabeis. Pero de todos es sabido que la mujer nórdica no distingue entre diferentes cavidades a la hora de practicar el ayuntamiento carnal, y me vi abocado a prácticas anales hasta entonces desconocidas para mi virilidad, si bien en ningún momento tuve que, sirva en mi descargo, interpretar el rol pasivo en dichas sesiones.

Sin embargo, tras horas y horas de daneses encuentros en camarotes profusamente decorados, llegó el momento de la partida y posterior regreso a este mi pais. Y oigan, aquí el sexo anal no es como allí. En esta Hispania nuestra no es bien visto que te guste aplacar los ánimos traseros de las jovencitas, y claro, yo me disperso. Como lo oyen. Si recibo una negativa como respuesta a mis peticiones de decúbito prono, mi mástil arría la bandera de la manera más humillate.

¿Qué hacer puedo yo, para no sufrir más?

Publicado: 17 Oct 2003 20:20
por vivalasvegas
Nombre del crucero y montante aproximado pero yyyYYYYaaa!