Conducía a toda velocidad su Mercedes por las calles de la ciudad desierta aquel ocho del mes de diciembre, estaba borracha, no sabía dónde iba, su destino le era totalmente ajeno, qué más daba. Quería borrar todo recuerdo anterior, despertar libre de todo lastre, virgen de sentimientos, con futuro, sin pasado. Qué poco le iba a durar ese no sentir del alcohol en la sangre, iba a darse de bruces con el presente, allí estaba él, bajo la lluvia esperando, era a ella a quien esperaba, pero se iban a encontrar sin querer.El asfalto mojado, la poca visibilidad, aquel día festivo tan tonto en aquel mes más tonto todavía, todo estaba dispuesto.
Su encuentro no duró más de diez segundos, pero fue para toda la vida. Un descuido, querer poner en el aparato de música aquella canción, perder la noción de la realidad, chocar bruscamente con el hombre de su vida. Dos ambulancias recorren las calles a toda velocidad, sin ruido, no son necesarias las sirenas en una ciudad casi desierta, todo el mundo está de puente, todos menos esta pareja cuyo destino ha quedado sellado para siempre.
CALLES
- The last samurai
- Ulema
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