7 de Septiembre de 2005
Publicado: 07 Sep 2005 09:59
7 de Septiembre de 2005
(Mensaje)
He dormido cuatro horas y me ha gustado. Señor Chinarro banda sonora perfecta de este aguacero, y me recuerda a tu voz y tu máquina de escribir. Sigue durmiendo con un beso.
La fiebre y la música hermanas son. Tienen propiedades favorecedoras de la concentración y la claridad. Si hay pensamientos, pueden ser ricos y veloces como el sonido. Si no los hay, la conciencia es clara y tranquila. Así se presentó el Puente Viejo de Hierro para mí, extendido, abierto, bien atravesable, ya no como elemento del irreal telón de fondo acostumbrado, sino como lugar en el que estoy ahora.
Las casas lucen mucho mejor durante un chaparrón. Más marrones, más interesantes. Pero sólo por la parte de atrás, esa deslucida que nunca ven los vecinos ni el Ayuntamiento. Y sólo para los pasajeros del tren.
Las muchedumbres de paleras están mustias y tristes, paradójicamente bajo un día de lluvia.
¿Qué hacen los perros en los solares cuando llueve? ¿Qué buscan? ¿Qué miran a lo lejos?
Casas viejas y grafitis a ritmo de Foo Fighters.
Ondas en el reflejo de los charcos a ritmo de Massive Attack, comprendiendo a Escher.
Salir del tren tibio y ¡Dios! reencontrar el olor a pueblo llovido. Y caminar al trabajo a ritmo de Jamiroquai.
Nada que temer...
(Eso lo dices ahora que...)
No, verdaderamente, nada que temer.
(Mensaje)
He dormido cuatro horas y me ha gustado. Señor Chinarro banda sonora perfecta de este aguacero, y me recuerda a tu voz y tu máquina de escribir. Sigue durmiendo con un beso.
La fiebre y la música hermanas son. Tienen propiedades favorecedoras de la concentración y la claridad. Si hay pensamientos, pueden ser ricos y veloces como el sonido. Si no los hay, la conciencia es clara y tranquila. Así se presentó el Puente Viejo de Hierro para mí, extendido, abierto, bien atravesable, ya no como elemento del irreal telón de fondo acostumbrado, sino como lugar en el que estoy ahora.
Las casas lucen mucho mejor durante un chaparrón. Más marrones, más interesantes. Pero sólo por la parte de atrás, esa deslucida que nunca ven los vecinos ni el Ayuntamiento. Y sólo para los pasajeros del tren.
Las muchedumbres de paleras están mustias y tristes, paradójicamente bajo un día de lluvia.
¿Qué hacen los perros en los solares cuando llueve? ¿Qué buscan? ¿Qué miran a lo lejos?
Casas viejas y grafitis a ritmo de Foo Fighters.
Ondas en el reflejo de los charcos a ritmo de Massive Attack, comprendiendo a Escher.
Salir del tren tibio y ¡Dios! reencontrar el olor a pueblo llovido. Y caminar al trabajo a ritmo de Jamiroquai.
Nada que temer...
(Eso lo dices ahora que...)
No, verdaderamente, nada que temer.