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Cosas de la vida

Publicado: 17 Oct 2007 16:03
por mayhem
[relato rescatado de La estufa]

Un día un hamigo camerunés me dio una raíz alucinógena (camerunesa, claro).

Me advirtió que no la mezclara con el alcohol, pero el alcohol y yo somos inseparables, de modo que o bien esperaba al próximo día de sobriedad, que según el calendario maya será por allá 2012, o bien pasaba por alto sus contraindicaciones.

Opté por lo último.

Me entró calor. Pero a saco. Era invierno e incluso dentro de mi estado enajenado supe deducir que no era normal tener calor yendo en calzoncillos por casa. Salí a la calle a ver si se me pasaba. Sólo conseguí que me vieran diversas vecinas. Me di cuenta de que pasear por la calle sólo con unos calzoncillos puestos llamaba la atención, de modo que volví a casa para decentarme un poco. Me puse unos zapatos y una corbata; sin duda así estaba elegante. Salí a la calle de nuevo.

Me estaba empezando a preocupar, no hacía más que sudar y la deshidratación pasó por mi cabeza como una amenaza peligrosamente cierta. Entré en un bar y pedí dos Xibecas. El barman me dijo que me largara señalando primero el cartel de "Reservado el derecho de admisión" y luego la puerta. Le hice entender cuánto necesitaba hidratarme a base de codazos en su tabique nasal.

Me serví yo mismo, prometí volver a pagar mañana y volví a la calle. Empecé a andar de camino a casa de mi hamigo camerunés. Las Xibecas me duraron dos manzanas. Cuando por fin llegué a su puerta y me abrió, me dirigí sin siquiera saludar a su nevera, donde un par de botellas de cava fueron descorchadas a bocados y posteriormente ingeridas.

Tras este preámbulo, le comenté a mi hamigo camerunés cuánta calor tenía y pregunté qué podía hacer para poner fin a tan bochornosa agonía. Él se río y me dijo que al mezclarlo con el alcohol no sólo me daría calor si no que me pondría cachondo.

Fue decir él "cachondo" y se me puso como portada de Led Zeppelin (gracias, Mamá Ladilla, por estos momentos). Yo entonces carecía por completo de concubina, que es lo normal en mí, pero recordé a una cuarentona mal formada que había accedido a intercambiar favores por la zona genital conmigo un par de años atrás. Vivía en un pueblo a unos 40 kilómetros.

No podía más que coger el tren para ir a verla.

Si alguna vez tenéis que coger transporte público a las ocho de la mañana, aseguraros de sudar como unos condenados e ir vestidos únicamente con corbata, calzoncillos, zapatos y una erección mayúscula. Os dejarán sitio para sentaros y además harán un cerco protector a vuestro alrededor. Jamás he viajado tan bien en transporte público como ese día.

Total, llegué por allá las nueve a casa de la mujer esta. Llamé con insistencia. Me abrió su marido. Le señalé mi miembro hinchado, necesitado claramente de una evasión y victoria, y le comenté que su mujer había estado bien dispuesta a ser horadada por él unos años atrás y que posiblemente volvería a hacerme ese favor.

Él me cerró la puerta en los morros. Literalmente. Sangré bastante, pero mi frontis consiguió que no pudiera cerrar la puerta del todo. Inundado por la ira pero principalmente por la lujuria, le pegué un empujón a la puerta. El hombre cayó al suelo. Me tiré encima suyo y por un momento me pregunté si quería pegarle o follármelo. Recordé que su mujer, un bocado más apetecible no tanto por la calidad humana si no por el sexo, estaba a unos metros, de modo que le pegué un poco, más que nada por hacer algo ya que estaba encima suyo y no frustrar sus espectativas.

Luego fui donde la habitación de la mujer esta, donde se empezó a perpetrar lo que se podría denominar como violación y sin duda terminó como tal. Me explico: al principio parecía que ella no estaba muy dispuesta a cometer un acto de amor con alguien sangrando, los ojos saltones y la polla como zapato de Miliki (gracias de nuevo ML). La follé con bastante tosquedad durante cinco segundos. Exploté de placer. Perdí el conocimiento unos segundos/minutos/horas.

Cuando desperté la mujer brincaba encima mío. Tenía la resaca más brutal de la historia y vi porqué no había vuelto a llamar a ese desperfecto humano en dos años. Era horrenda. Intenté disuadirla de brincar encima de mi maltrecho aparato, pero sólo logré que me ahogara con un fétido chocho.

Lo demás no lo explico que me da vergüenza.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 26 Oct 2007 22:19
por Dolordebarriga
Me ha gustado Mayhem. Es jodidamente estúpida, pero me ha gustado.

Tú, lector impaciente II;

Dolordebarriga

Re: Cosas de la vida

Publicado: 31 Oct 2007 20:07
por mayhem
Está basado en hechos reales, papá, manque parezca mentira. Sucedió en Barcelona, para que tú veas de qué clase de tierra provienes.

Lo continuaría pero no tengo ni idea de cómo continuar eso, de ahí el abrupto final.

Venga.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 01 Nov 2007 05:40
por LunaOskura
Por Dios, Jaimen, la próxima vez que vengas a darme un beso con lengua lávate bien la boca con jabón.

Hasta tu avatar siente asca.


Tu, no pares, sigue sigue,

Luna.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 01 Nov 2007 20:12
por mayhem
¿Antes o después de besarte, querida?

Cómo me pones con el avatar a la derecha.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 01 Nov 2007 20:37
por LunaOskura
Y a mí me pone que sigas siendo ingenioso.

Tu, antes, durante, y después,

Luna.




P.D.: Déjate de dimes y diretes y termina la historia en condiciones, maricón. ¡Siempre dejándome a medias!

Re: Cosas de la vida

Publicado: 01 Nov 2007 20:39
por mayhem
Oh.

Me giro a la gradería sedienta de sangre y grito:

- ¿Qué puedo hacer?

- Matarla, hijodeputa, mátalaaaaaaaaaa

- No puedo hacer eso!

- ¿Cómo que no? Maricón que eres un maricón matala yaaaaa

- Tras esta muestra de hamor incondicional, lo único que puedo hacer es...

- Matarla! Que la mate! Que la mate! Que la mate!

- ...ir a buscar jabón.

Venga.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 02 Nov 2007 19:51
por PrimeroDerecha
Escapando de su entrepierna, y perseguido por el olor de su chocho, fuí dando tumbos por un pasillo oscuro siguiendo los dibujos psicodélicos del papel pintado. Alcancé a vomitar en el bidé o en sus alrededores, que algo de mugre perderán tras el paso de mis ácidos, cogí algo con lo que cubrirme las verguenzas y huí del piso sin saber siquiera en que ciudad estoy.

Barcelona es una ciudad cosmopolita, si. Pero no tanto como para que pase desapercibido un tio con mirada estraviada, barba de tres dias, rastro de animal y una bata de los chinos, color malva putón, que apenas alcanza a cubrirle el principio del ombligo. No se si fue la monja, el barrendero, el del topmanta, el repartidor de butano, la del kiosko, la maestra que guiaba la excursión de alumnas de las Teresianas, los testigos de Jehova, el gitano del puesto de las bragas a seis euros, la de las castañas, los del equipo de Barcelona Televisió, Quim Monzó, la maquilladora que iba a hacer rehabilitación por lo del hombro, el pedigüeño de la esquina, los tres carteristas, el repartidor del "Que", el cartero ( pero el que lleva los certificados, con la vespa amarilla), los del casting de Operación Triunfo, o Dios sabe quiñen, pero se que alguien llamó a la policía y que alguien, con buen criterio, me golpeó en la cabeza, consiguiendo, por fin, que abrazara el nirvana, con el mismo ansia que un dipsómano la botella de Terry.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 05 Nov 2007 11:45
por mayhem
Buena continuación, sí señor.

Es extrañamente bonito cuando alguien escribe sobre algo que has escrito tú. Te odio por esta sensación de frescor.

Re: Cosas de la vida

Publicado: 05 Nov 2007 12:06
por PrimeroDerecha
Gracias, pero la continuación es un mojón comparado con el relato de origen. Tiene más fallos que una escopeta de caña. En todo caso, gracias por el cumplido.