Relatos de Merodeador, con algún poema

[Merodeador]

Trabajo y sudor
Merodeador




En frente de mi domicilio están reconstruyendo una casa en su totalidad, no pueden tirarla porque es zona protegida, metieron vigas de hierro y realizaron un trabajo que te cagas, pues no utilizaron maquinaria pesada ni grúas ni nada de nada, solo se usaron los brazos de los obreros contratados.

Pues bueno, los diferentes trabajos curiosamente se han ido realizando por trabajadores de diferentes países en grupos y por tareas.

La demolición interior, el tema de las vigas y el forjado fueron polacos, rumanos y búlgaros, el tejado con sus tejas y demás mariconadas sudacas, la tarima de los suelos por negros de no se que países, pero vamos todos trabajando de puta madre y con alegría.
Pintando moros, los fontaneros son cristianos con ayudantes sudacas, la electricidad igual, en el tema de los aires acondicionados todos son de aquí.

Me he entretenido mucho viéndoles currando, cuando vinieron a poner los suelos y todos eran negros, pero negros negros, me entro la risa, joder no lo pude remediar.

Con todos he cruzado y chapurreado alguna palabras, son gente simpática, algunos casi entrañables como los rumano-búlgaros-polacos, se daban unas palizas de muerte.

Las mocitas del barrio se paseaban por delante de la obra y los jovencitos, que había varios, salían a descargar al contenedor con risas cómplices de los mayores y con más vergüenza que otra cosa.

Y ellas arriba y abajo pavoneándose de esos culitos que Dios nuestro Señor les ha dado últimamente, que están que te cagas, que se te van los ojos aunque seas ciego de nacimiento.

[Merodeador]

Un beso, otro beso
Merodeador







Un beso

Quiero un beso de buenas noches, por las noches, claro que sí, por las noches.
Será por la noche, no se porque te extrañas, beso noche, noche beso, beso por la noche, clarito me parece ¿no? beso de buenas noches.
Ya no quiero florerilla, quiero beso.
Beso, ya esta.
Beso, beso y beso.
(Refunfuñando como niño)


Otro beso

En el beso se juntaron los labios, un roce calamar, húmedo frió y marino, vivo.
Húmedo para tragar, succionar, beber.
Piña, era de sabor de piña, piña calamar, rara piña.
Un beso.
Ni cerrada ni abierta la boca, no eran dos ni tres, vamos dos eran siempre pero la tercera aparecía y desaparecía para después volver a reaparecer, calamar no, berberecho que con su punta jugueteaba, cosquillas.
Beso calamar berberecho y piña.




Tuyo

[Merodeador]

Las salamandras hablan
Merodeador



Las salamandras hablan, convivo con cuatro, habitan en mi terraza y hablan. Hablan raro el sonido que sale de su boca es como el chocar de canicas dentro de la mano.

Cuando me doy el paseo esperando el atardecer ya veo a la más chica junto a la fuente al lado del ciruelo, me sorprendió cuando la vi saltar a mi paso del árbol al murete que separa la terraza del vacío de los cinco pisos hasta la calle. Esa salamandra, la pequeña, siempre va por libre.

Las otras tres van saliendo siempre de detrás del banco de madera por orden, la más grande siempre la última. Parece que juegan a ese juego infantil del escondite inglés, avanzan cosa de dos metros y se paran, permanecen quietas, sin hacer el más mínimo movimiento. En el preciso momento en que emprenden otra carrera es cuando producen ese ruido que me causó el mayor de los asombros, porque queridos lectores, no es un susurro, es un grito.

Así se repite en todos los atardeceres de este final de verano, la falta de luz o que se esconden en el remate de piedra artificial del murete o entre los tiestos, hace que las pierda de vista.

Ya son dos años de ritual, están más gordas. También tengo dos recuerdos desagradables, uno cuando al sacar un baúl de plástico que está debajo del banco destrocé una pequeñita, reventándola las tripas. La verdad es que me jodió mucho y desde entonces doy golpes al baúl o a cualquier cosa que desplace de ese rincón. En la siguiente escena solo fui espectador pues el cadáver se encontraba debajo de un manto blanco de una nevada tardía.


Je, je , soy yo.



Ps.- No son salamandras que son anfibios son salamanquesas que son saurios.

Salamanquesas:
Saurio de la familia de los Gecónidos, de unos ocho centímetros de largo, con cuerpo ceniciento. Vive en las grietas de los edificios y debajo de las piedras, se alimenta de insectos y se la tiene equivocadamente por venenosa.

Salamandras:
Anfibio urodelo de unos 20 cm de largo, la mitad aproximadamente para la cola, y piel lisa, de color negro, con manchas amarillas.

Mil perdones.

[Merodeador]

Raro material
Merodeador



El silencio cuando se dilata se espesa, raro material de insólito comportamiento.

El paseo por el parque en este día que se acaba ha sido agradable, viento, lluvia y frío no han sido sino estímulos para mis sentidos.

Millones de hojas se precipitaban de los árboles y sembraban el suelo con todos los tonos de ocre y marrón.

Era raro cruzarse con alguien, los caminos y recovecos estaban desiertos, bancos con una capa de agua esperaran momentos mejores para recoger los cansancios de los paseantes.

Mujeres y niños habituales en la zona de juego y arenal estaban ausentes, sequé parte de un banco y me senté, en ese momento pude agudizar mi vago oído y fueron apareciendo ruidos y murmullos.

Una hora bajo el paraguas en un banco con frío, la mente en blanco, y era feliz.