El loco hilo de poemas del Hombre Sensible

[Infanta]

Marichal, ¿eso significa que quieres que te siga escribiendo? ¿Aún sabiendo del siniestro ser que se esconde detrás? Porque tengo la impresión de que ya me has descubierto y estás haciéndote el longui. No me importa, Jaime.

¿Podrías llamarme de nuevo casquivana?

[Jaime de Marichalar]

¿Podrías llamarme de nuevo casquivana?

No. Pero puedo llamarte "zorra", que es más actual.

[Infanta]

Zorras, tus amebas, ¡todas!

¡Golfo sin escrúpulos!

[Jaime de Marichalar]

Deseo realizar una declaración institucional.

Ante las noticias aparecidas en diversos medios de comunicación, referentes a los problemas con la justicia americana del Sr. Madoff , así como los posibles efectos de sus actuaciones en los ahorros familiares de personas cercanas y queridas ( las hermanas Koplowitz, los Del Pino, los Entrecanales o mis muy buenos amigos la familia Botín) con causa en los llamados "bonos judios", se va a instalar en Embassy de Paseo de la Castellana 12 una mesa petitoria en la que se recibirán las ayudas con las que los buenos ciudadanos de España deseen enjugar las pérdidas de estos necesitaos, a fin de que puedan celebrar estas fiestas con la dignidad y medios que su posición social les exige.

De igual forma, la Fundación Just Smile, Honey presentará el lunes en el Palace la iniciativa "Sienta a un gestor de inversiones de banca privada en tu mesa", con la que se pretende dar acogimiento y calor familiar a todos esos buenos muchachos que, ascendidos desde el Cunef gracias a su extraordinario curriculum y las buenas amistades de papá, ahora son injustamente culpados de arrogancia, codicia y de causar la ruina de las familias de humildes inversores de Banif, Privanza y otras empresas de economía social.


Toda ayuda es poca.

[Jaime de Marichalar]

Zorras, tus amebas, ¡todas!

¡Golfo sin escrúpulos!

¡Maldita sea (Eta no)! ¿Es que no puedes respetar estos momentos de desolación? ¿Es que no te das cuenta, bruja libidinosa, que por fin puedo tener el papel para el que me he venido preparando con dedicación y empeño? Ante esa situación, ¿sólo piensas en copular y en rozar mis amebas?....


Cimbalista ambidextra.

[Jaime de Marichalar]

Hoy sólo me apetece escupir por la ventana de mi habitación, oscura, húmeda, entrada al averno que es el ojopatio, con telarañas de sábanas y bragas, y chupchup permanente de cocido de pobre. Si tuviera valor, me tiraría al vacío, como un escupitajo, dando trechas, de tendedero en tendedero, para terminar boca abajo y roto sobre el tejadillo de uralita.

[Jaime de Marichalar]

Ayer me sentía lumpen. Hoy ya me siento flex.
Lo importante es que haya salud.

[Infanta]

Ayer me sentía lumpen. Hoy ya me siento flex.
Lo importante es que haya salud.

A ver, Jaime. No

¡Berzas yermas y navizas postreras!

Vale que me pidas que no venga y que te deje a solas con tu dolor, pero mira cómo empiezas a escribir. No y no.

Por otro lado te diviso como si creara la perspectiva de una pintura: en el palacio de piedra de tu madre. La puerta y la heráldica se abre lentamente y tú apareces al fondo, paseando por galerías y pasillos con un libro, ermitaño y sin rozar con los pies el suelo. ¿No es cierta mi visión? ¿Acaso cuando paseas con tu libro no te paras de vez en cuando, etéreo, y dejas tu mirada perdida, melancólica de un pensamiento sobre un verso o una línea? Después vuelves otra vez a caminar y a bajar la mirada al libro. Y así hasta el último atardecer ante el cénit, en el que llegas a una línea que separa tu jardín de una selva, Jaime, Oh Jaime.

[Jaime de Marichalar]

Insisto: tú no eres Elena.
¿Yo, con un libro en la mano?
Si fueras Elena sabrías que lo más cerca que he estado de llevar un libro en la mano ha sido acarreando la chequera de la Caixa.

Cimbalista.

[Infanta]

Insisto: tú no eres Elena.
¿Yo, con un libro en la mano?
Si fueras Elena sabrías que lo más cerca que he estado de llevar un libro en la mano ha sido acarreando la chequera de la Caixa.

Cimbalista.

¿Cimbalista? ¡No practicante!

Otra vez, qué pesadito. Si ya sabes quién soy, mi estilo es único.
Tú tampoco eres Jaime y sí, sé que no has pegado nunca un palo al agua y eres el vago de España, así que probablemente no hayas paseado solo con un libro en la mano, pero el caso, mindundi chalero y amebo baladí, es que yo tengo las visiones que me da la gana de ti, que si pensara en lo que es tu personaje realmente no hubiera podido inspirarme y otra cosa que voy a decirte de tu hermano, hortera derrochante: dos buenas piñas es lo que yo le daba ( a ti también). Lo invitan para que participe en una subasta televisiva que tiene como objetivo recaudar fondos para una niña enferma y en vez de soltar pasta, el tío, dona una gorra de su viaje por el Atlántico y su cuadernito de bitácoras ¿A dónde vais a llegar, Jaime? ¿Hasta dónde vais a reiros de todos los españoles? Ven aquí, que te voy a hacer el nudo de la corbata.

Mañana llevo a los niños al dentista, Jaime, y yo iré con los dientes largos.

¡Maldito Deseo!