Siempre me gustó escuchar las historias de los otros en los bares. Oír desfilar sus vidas con la exageración de sus victorias y la vulgaridad de sus penas en el escenario de una barra.
Siempre me gustó escuchar las historias de los otros. Ver transitar sus días al ritmo de una copa de más, de una indiscreción menos. Admirar la caída de sus días como sucumben sus lágrimas y sus risas, desalados y anodinos, con el mismo sabor de la penúltima.
Acudir sólo una vez a cada cita de neón para escuchar, siempre, sus historias, las mismas (tan distintas) en todos los bares (tan iguales). Comulgar en su fe con la sangre de su vino y la carne de su tabaco; evangelizarme en la esperanza de su prédica y la verdad de su creencia (una copa más, un día menos).
Siempre me gustó que escucharan mis historias. Y leer las vuestras, para creer que sólo hemos sumergido la cabeza y los hemos visto como a peces, y no como a pájaros.
Retazos de realidad:
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put hero
- Mulá
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Pasó la semana fantastica y,tambien el mes de la vergüenza ajena.Pssa,pá lo q me pagan 18.03€ por día 540.90€ por mes,una puta mierda,lo que es el Salario minimo interprofesional.Pero q coño ya es Viernes o mejor Sábado y eso es Guay.
Me voy con el taxi a donde se echa la gasolina y el aceite a los taxis,he terminado mi turno y me voy ha descansar.
Por el camino se me acerca una negrita...me llevas a Balmes 145,es que tengo prisa señor por favor !
Mientras en la esquina junto a los yonkis,alguien grita !HIJA DE PUTA! te voy a dar,devuelveme la cartera zorra.
El hombre q está borracho quiere pegarle a la negrita.
Le digo oye no te estará buacando a ti?.Estás bien?
Si,si contesta la negrita por favor sacame de aquí,te pagaré,mientras se le saltan las lagrimas...
La recogi, al fin y al cabo aquel cabrón igual la hubiese matado.
Por el camino me dice gracias,sí quieres te la chupo por 20€.
Le digo q no gracias,q me voy a casa a dar de comer a mis peces de colores.
Así pués debatiendonos entre nuestra pobreza,pensé.No habría riña esa noche,no habría putas ni yonkis,ni borrachos.El amor se había impuesto,mientras las sombras se mezclaban con la oscuridad de la noche...
Pd.
Como te gustan los perdedores Dolordebarriga.The great best of loser any.
http://www.break.com/index/tonysuperfreak.html
Me voy con el taxi a donde se echa la gasolina y el aceite a los taxis,he terminado mi turno y me voy ha descansar.
Por el camino se me acerca una negrita...me llevas a Balmes 145,es que tengo prisa señor por favor !
Mientras en la esquina junto a los yonkis,alguien grita !HIJA DE PUTA! te voy a dar,devuelveme la cartera zorra.
El hombre q está borracho quiere pegarle a la negrita.
Le digo oye no te estará buacando a ti?.Estás bien?
Si,si contesta la negrita por favor sacame de aquí,te pagaré,mientras se le saltan las lagrimas...
La recogi, al fin y al cabo aquel cabrón igual la hubiese matado.
Por el camino me dice gracias,sí quieres te la chupo por 20€.
Le digo q no gracias,q me voy a casa a dar de comer a mis peces de colores.
Así pués debatiendonos entre nuestra pobreza,pensé.No habría riña esa noche,no habría putas ni yonkis,ni borrachos.El amor se había impuesto,mientras las sombras se mezclaban con la oscuridad de la noche...
Pd.
Como te gustan los perdedores Dolordebarriga.The great best of loser any.
http://www.break.com/index/tonysuperfreak.html
¿Alguien ha visto la pelicula Extrañas Coincidencias? El caso es que desde hace unos días necesito unos detectives existenciales que buceen en mi vida y encuentren una explicación a la increible coincidencia que ha sucedido.
Hace un par de semanas mientras vagaba por la ciudad al azar - tambien suelo vagar al zara pero esto no toca contarlo hoy- sentí el fuerte tirón en el estómago que sufrimos todos aquellos quienes en otra vida hemos sido urracas, por el engatusador encanto del escaparate de un chino todoa100. Objetos luminosos, chispeantes, pouporri de colores y reflejos ¡Aahhh! todo ese compendio de artículos y abalorios kitsch que gritan al unísono ¡por el poder de Beijing entra y cómprame! Notas como la vena de la frente comienza a temblar bum-bum, bum-bum y con el último ramalazo de raciocinio te dices: huye. Y claro, entras.
Lo primero que busqué con la mirada fue al chino dependiente y así me llevé la primera sorpresa: no había chino, habían tres chinas; bien pudieran ser coreanas o tailandesas, yo no las distingo, lo único que he podido hacer tras años de interracialidad es descubrir hombres orientales físicamente atractivos sin identificar su procedencia. Las tres chavalitas eran adolescentes y vestían modernito, esto es, consumían sus propios productos, llevaban camisetas ajustadas, cinturones anchos, pendientes brillantes, aros... Una de ellas estaba hablando por telefono totalmente concentrada en la cháchara. Las otras dos la rodeaban y hablaban entre sí con volumen bastante alto. La tienda, pese a situarse en una calle concurrida, estaba vacía, solo yo rondaba las estanterías del maquillaje, los bolsos, las pelucas, los juguetes...
El caso es que mientras examinaba fascinada una especie de bragas con pompones rosa y ya mi vista era acaparada por un sujetador de lentejuelas, una de las chinas vino hacia mí y se quedó vigilando alrededor. La del teléfono seguía sin parar y la tercera localizó en el movil alguna parida del mundo sms. La parida era una especie de politono roñoso que la china se puso a tararear.
La tararea, vuelve a tararear y ¡rompe a cantar completamente en alto! (y en chino), corre hacia la que estaba cerca de mí y ambas dos se unen a cantar a duo, a grito pelado, mientras montan una especie de coreografía improvisada de la que yo resulté expectadora alucinada y pasiva. Aguanté un par de minutos y discretamente me salí de la tienda mientras aún fuera las oía cantar. La del movil parecía no haberse percatado de nada.
Y hasta aquí la primera parte de lo que en ese momento consideré algo inusual y estrambótico pero ya está.
Una semana después volví a pasear por otra zona que nada tenía que ver con la anterior, Abstraida en mis pensamientos –esta frase queda bien en casi todos los textos- haciendo caso a la inconografía según la cual color rojo igual a parar, me detuve en un semáforo. Segundos después escuché parloteo en lengua no románica tras de mí. ¡Eran las tres chinas! ¡Eran las tres chinas otra vez! La del teléfono estaba hablando por teléfono también. Y las otras dos iban cantado ¡cantando otra vez!
Cruzé completamente mosca y para darles esquinazo me “escondí” mirando el primer escaparate que surgió. Intento fallido porque entraron trás de mí ¡sin parar de cantar! No creo que fuera algo hecho a propósito puesto que ellas, en su camino de baldosas amarillas, ni se percataron. Solo que yo me quedé con una sensación de ¿qué coño está pasando?
Hace un par de semanas mientras vagaba por la ciudad al azar - tambien suelo vagar al zara pero esto no toca contarlo hoy- sentí el fuerte tirón en el estómago que sufrimos todos aquellos quienes en otra vida hemos sido urracas, por el engatusador encanto del escaparate de un chino todoa100. Objetos luminosos, chispeantes, pouporri de colores y reflejos ¡Aahhh! todo ese compendio de artículos y abalorios kitsch que gritan al unísono ¡por el poder de Beijing entra y cómprame! Notas como la vena de la frente comienza a temblar bum-bum, bum-bum y con el último ramalazo de raciocinio te dices: huye. Y claro, entras.
Lo primero que busqué con la mirada fue al chino dependiente y así me llevé la primera sorpresa: no había chino, habían tres chinas; bien pudieran ser coreanas o tailandesas, yo no las distingo, lo único que he podido hacer tras años de interracialidad es descubrir hombres orientales físicamente atractivos sin identificar su procedencia. Las tres chavalitas eran adolescentes y vestían modernito, esto es, consumían sus propios productos, llevaban camisetas ajustadas, cinturones anchos, pendientes brillantes, aros... Una de ellas estaba hablando por telefono totalmente concentrada en la cháchara. Las otras dos la rodeaban y hablaban entre sí con volumen bastante alto. La tienda, pese a situarse en una calle concurrida, estaba vacía, solo yo rondaba las estanterías del maquillaje, los bolsos, las pelucas, los juguetes...
El caso es que mientras examinaba fascinada una especie de bragas con pompones rosa y ya mi vista era acaparada por un sujetador de lentejuelas, una de las chinas vino hacia mí y se quedó vigilando alrededor. La del teléfono seguía sin parar y la tercera localizó en el movil alguna parida del mundo sms. La parida era una especie de politono roñoso que la china se puso a tararear.
La tararea, vuelve a tararear y ¡rompe a cantar completamente en alto! (y en chino), corre hacia la que estaba cerca de mí y ambas dos se unen a cantar a duo, a grito pelado, mientras montan una especie de coreografía improvisada de la que yo resulté expectadora alucinada y pasiva. Aguanté un par de minutos y discretamente me salí de la tienda mientras aún fuera las oía cantar. La del movil parecía no haberse percatado de nada.
Y hasta aquí la primera parte de lo que en ese momento consideré algo inusual y estrambótico pero ya está.
Una semana después volví a pasear por otra zona que nada tenía que ver con la anterior, Abstraida en mis pensamientos –esta frase queda bien en casi todos los textos- haciendo caso a la inconografía según la cual color rojo igual a parar, me detuve en un semáforo. Segundos después escuché parloteo en lengua no románica tras de mí. ¡Eran las tres chinas! ¡Eran las tres chinas otra vez! La del teléfono estaba hablando por teléfono también. Y las otras dos iban cantado ¡cantando otra vez!
Cruzé completamente mosca y para darles esquinazo me “escondí” mirando el primer escaparate que surgió. Intento fallido porque entraron trás de mí ¡sin parar de cantar! No creo que fuera algo hecho a propósito puesto que ellas, en su camino de baldosas amarillas, ni se percataron. Solo que yo me quedé con una sensación de ¿qué coño está pasando?
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_KraD_
- Bomba Sexual del pHoro<br><b>Ñrgggg</b>
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- Registrado: 01 Sep 2003 13:06
- Ubicación: Monte Parnaso
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Hace mucho tiempo de camino a casa a las tantas de la madrugada acompañaba a una amiga mientras paseabamos por Oviedo cerca del Teatro Campoamor.
Hablabamos de cualquier cosa para hacer más breve el (largo) paseo. De repente un hombre trajeado (o no del todo) y con cara de preocupación nos paró.
Sacó un mapa del bolsillo y preguntó por un hotel en el que por lo visto se alojaba.
Trás indicarle que estaba en esa misma calle más hacia abajo puso cara de alivio, se guardo el mapa en el bolso de la chaqueta y se fue corriendo.
Nos quedamos mirandolo mientras se iba y comenté lo obvio:
-No llevaba pantalones.
-Lo sé, lo sé.
Y es así como unos pantalones inexistentes se adueñaron de las divagaciones varias sobre que les podía haber pasado para perder a su dueño (o viceversa) de camino a casa.
}:-D
Hablabamos de cualquier cosa para hacer más breve el (largo) paseo. De repente un hombre trajeado (o no del todo) y con cara de preocupación nos paró.
Sacó un mapa del bolsillo y preguntó por un hotel en el que por lo visto se alojaba.
Trás indicarle que estaba en esa misma calle más hacia abajo puso cara de alivio, se guardo el mapa en el bolso de la chaqueta y se fue corriendo.
Nos quedamos mirandolo mientras se iba y comenté lo obvio:
-No llevaba pantalones.
-Lo sé, lo sé.
Y es así como unos pantalones inexistentes se adueñaron de las divagaciones varias sobre que les podía haber pasado para perder a su dueño (o viceversa) de camino a casa.
}:-D
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Mr. Mxyzptlk
- Amigo de Jim Lee
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- Registrado: 23 Ago 2003 22:42
- Ubicación: We're off to see the Wizard, The Wonderful Wizard of Oz.
David Mamet ya nos enseño en The SPanish Prisoner que los espias más eficaces son los japoneses disfrazados de turistas.Pueden ir en manadas y hacer fotos de todo lo que les rodea sin despertar sospechas.
Ergo podemos estar ante una nueva chapuza del CESID
Moraleja: Tu amistad con la Yagüe te va a pasar facturas Nornita.
Ergo podemos estar ante una nueva chapuza del CESID
Moraleja: Tu amistad con la Yagüe te va a pasar facturas Nornita.
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The last samurai
- Ulema
- Mensajes: 10105
- Registrado: 10 Ene 2004 13:20
Dorado arcoiris
Una tarde cualquiera de un día cualquiera. Coges el coche para evadirte de la desidia que sepulta las calles de tu pueblacho y te diriges a la metropoli de la provincia para pasar unas horas divagando por el centro comercial, malgastando alegremente y en buena compañía el tiempo y el dinero.
Centro comercial Parc Central, un Eroski de toda la vida en la ciudad de Tarragona. Dejamos el coche en el aparcamiento de la azotea, que da gusto oler en altura la marinada que llega del puerto. Entramos en el complejo y descendemos al piso inferior por las escaleras mecánicas. En esto que siento la urgente necesidad de vaciar mi vejiga antes de aventurarme a los ociosos paseos contemplativos. Entro en los servicios, utilizo un urinario de estos de pared, me alivio y procedo a lavarme las manos. Fue cuando ya estaba tomando el camino hacia la salida cuando lo vi. Un hombre de mediana edad entra caminando, apresurado pero con pose majestuosa, segura y tranquila. A medio camino hacia el urinario de pared que acababa de utilizar, frente a los espejos y focos alógenos que decoraban toda la pared de los lavabos, el individuo dirige sus manos a su entrepierna y se desabrocha los pantalones. En un movimiento fugaz, casi imperceptible, desenfunda su miembro, apunta en línea recta hacia su destino y comienza a orinar. Faltaban cerca de 2 metros hasta llegar a la pared, por lo que el dorado aroiris que brotaba en su cintura se estrellaba sonoramente, como la lluvia pesada que cala al instante, contra las baldosas blancas que alicataban el suelo. Tres pasos después el tipo consiguió alcanzar la pared y mear donde se supone que los seres humanos mean cuando entran en un baño público. Fue entonces cuando salí de mi estupefacción y, con una sonrisa incrédula en la cara, salí del WC para poder explotar de risa con toda tranquilidad en el exterior.
Supongo que a todos tenéis algunos, recuerdos de esos que sólo con recuperarlos un instante en nuestra consciencia, hacen que una sonrisa brote en vuestro rostro. Me pasa cuando pienso en mi primera novia, a la que siempre querré. Y aunque me joda un poco la comparación, cuando recuerdo el instante en que ese desconocido caminó orinando serenamente hacia pared, no puedo evitar reirme en mi fuero interno y que una mueca contenida de risa se dibuje en mis labios.
Espero que la vida me siga reservando momentos tan maravillosos como ese para que nunca me falten momentos que abonen el florecimiento de esas sonrisas espontáneas que tan estúpidamente me alegran.
Una tarde cualquiera de un día cualquiera. Coges el coche para evadirte de la desidia que sepulta las calles de tu pueblacho y te diriges a la metropoli de la provincia para pasar unas horas divagando por el centro comercial, malgastando alegremente y en buena compañía el tiempo y el dinero.
Centro comercial Parc Central, un Eroski de toda la vida en la ciudad de Tarragona. Dejamos el coche en el aparcamiento de la azotea, que da gusto oler en altura la marinada que llega del puerto. Entramos en el complejo y descendemos al piso inferior por las escaleras mecánicas. En esto que siento la urgente necesidad de vaciar mi vejiga antes de aventurarme a los ociosos paseos contemplativos. Entro en los servicios, utilizo un urinario de estos de pared, me alivio y procedo a lavarme las manos. Fue cuando ya estaba tomando el camino hacia la salida cuando lo vi. Un hombre de mediana edad entra caminando, apresurado pero con pose majestuosa, segura y tranquila. A medio camino hacia el urinario de pared que acababa de utilizar, frente a los espejos y focos alógenos que decoraban toda la pared de los lavabos, el individuo dirige sus manos a su entrepierna y se desabrocha los pantalones. En un movimiento fugaz, casi imperceptible, desenfunda su miembro, apunta en línea recta hacia su destino y comienza a orinar. Faltaban cerca de 2 metros hasta llegar a la pared, por lo que el dorado aroiris que brotaba en su cintura se estrellaba sonoramente, como la lluvia pesada que cala al instante, contra las baldosas blancas que alicataban el suelo. Tres pasos después el tipo consiguió alcanzar la pared y mear donde se supone que los seres humanos mean cuando entran en un baño público. Fue entonces cuando salí de mi estupefacción y, con una sonrisa incrédula en la cara, salí del WC para poder explotar de risa con toda tranquilidad en el exterior.
Supongo que a todos tenéis algunos, recuerdos de esos que sólo con recuperarlos un instante en nuestra consciencia, hacen que una sonrisa brote en vuestro rostro. Me pasa cuando pienso en mi primera novia, a la que siempre querré. Y aunque me joda un poco la comparación, cuando recuerdo el instante en que ese desconocido caminó orinando serenamente hacia pared, no puedo evitar reirme en mi fuero interno y que una mueca contenida de risa se dibuje en mis labios.
Espero que la vida me siga reservando momentos tan maravillosos como ese para que nunca me falten momentos que abonen el florecimiento de esas sonrisas espontáneas que tan estúpidamente me alegran.
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Nicotin
- Manuel Fraga Iribarne
- Mensajes: 12343
- Registrado: 25 Feb 2003 13:25
- Ubicación: ...ale ...pira.
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La Norni escribió:Hace un par de semanas mientras vagaba por la ciudad al azar - tambien suelo vagar al zara pero esto no toca contarlo hoy
el fuerte tirón en el estómago que sufrimos todos aquellos quienes en otra vida hemos sido urracas, por el engatusador encanto del escaparate de un chino todoa100.
Qué grande que es La Norni cuando quiere.
The bigger the headache, the bigger the pill. Call me the big pill.
Espero que la vida me siga reservando momentos tan maravillosos como ese para que nunca me falten momentos que abonen el florecimiento de esas sonrisas espontáneas que tan estúpidamente me alegran.
Tu vida tiene que ser taco aburrida para dar paseos por un centro comercial sin hacer nada como un viejo.
Si ver un viejo meando en la pared te parece un "momento tan maravilloso" el dia que te la chupen será "todo un mundo de sensaciones".
No quiero pensar "las tardes de gloria y expansión" que os debeis pasar tus amiguitos shin y gaymen en "una fantástica y calurosa tarde de verano" en Tarragona.