
Confieso que no tengo ni puta idea de cocinar; no sé hacerme una lentejas, ni un cocido, ni una tortilla de patatas, en general nada que requiera unos mínimos conocimientos culinarios.
En mi descargo diré, señoría, que sé prepararme unos macarrones, o unas judías verdes salteadas con cebollita. Ah! y una vez hice un flan de turrón que estaba de rechupete.
En estos días donde cualquier pringao te hace una tortilla de camarones deconstruida, me siento un bicho raro.