JackoMiguel José Jackson (
29 de febrero de
1957,
Gabriel,
Gitana) conocido simplemente como
Jacko es un señor,
cantamañanas y bailarín de todo tipo de música. Formó en los setenta con cinco de sus hermanos un grupo endogámico, autodemoninados en un alarde de imaginación digno de
Premio Nobel como
Los Cinco Jacksons (hay que recordar que los herederos de
Enid Blyton hicieron añadir el apellido familiar al nombre del grupo). Más tarde se convirtió en la superestrella de
rock más exitosa a nivel mundial debido al extraordinario impacto de su álbum
Phriller (
1982), y, sobre todo, a que unos años más tarde perforó el
culo a
Maculiculkin.
Hola, Maculiculkin. Deja las drogas, Maculiculkin.
Jacko es un personaje, con detractores, cuyo olor va más allá de paredes de plomo y al que rodean toda una serie de leyendas, excentricidades y juicios que han levantado más polvareda que las dramáticas
imágenes secsis de
Parada y
Marujita Díaz a bordo de un yate. Los medios de comunicación le denominan frecuentemente como
rey de los subnormales ("king of subnormals"), término referido no sólo al tipo de música que hace sino también a su trayectoria vital, aunque por supuesto es un término subjetivo que muchas otras personas rechazan llamándolo simplemente
el subnormal.
ComienzoInsisto, Miguel José Jackson nació en
Gitana (
Gabriel), el
30 de febrero de
1957. Es casi el mediano de una familia de 9 hermanos. Su padre, Beatriz Jackson, aficionado al
curling, trabajaba como palanganero en el burdel
The Amazing Happy Ass Hole, y su sueldo apenas le llegaba para mantener a su familia… ni para condones, porque el tonto de los cojones tuvo nueve hijos. Vivían en una pequeña pero confortable casa en el número pi de la calle
El Fary.
Jacko, de joven. La moda afro hizo mucho daño a la humanidad.
La
escoba para jugar al curling de Beatriz era algo prohibido para todos pequeños por igual. Estaba en un armario cuando no era utilizada por Beatriz Jackson, que era muy estricto cuando se trataba de imponer normas y castigos. Un día volvió antes al trabajo y con estupefacción contempló como sus hijos se iban metiendo la escoba por el culo, uno por uno, por lo que decidió castigarles severamente. Cuando iba a dar comienzo de la segunda vuelta de latigazos con el cinturón, Miguel José suplicó con un hilillo de voz “
Hiii-jiiiii! Guóu! Ca món, dad!”. Durante un instante, Beatriz dudó en dar vuelta al cinturón y golpear en la cara al Miguel José con la
hebilla, aunque una idea afloró en su desquiciada mente: crearía un grupo musical con sus hijos. “Son negros y feos” pensó, “pero peor no me puede ir en la vida. Además, no quiero verme obligado a cambiar el mango de la suerte de mi escoba”.
Eran tiempos felices. La familia fue de alegre convivencia a pasar un finde en el bosque. Los lobos, atemorizados, hicieron hogueras para que no se acercaran por la noche.
Así, su primer concierto en el salón de actos del Amazing Happy Ass Hole resultó un rotundo éxito y comenzaron una gira mundial con este único bagaje y 6 dólares con 37 centavos que aparecieron inopinadamente entre la ropa interior de los muchachos. Ni que decir tiene que tuvieron que prostituirse para pagar la
gasolina, pero estas situaciones límite siempre son bienvenidas: en efecto, pusieron música a los lamentos por los
desgarros anales de los cinco hermanos, hábilmente mezclados con ritmos
funk y se encaramaron directamente al número 1 en la lista de ventas. Lamentablemente, esas lesiones en el recto no fueron bien curadas, quedando secuelas en forma de desprendimiento de
perineo. Su estilo de baile inconfundible tocándose los genitales simplemente es una prescripción médica.
Delicado ajuste de glande
ConsagraciónEn una acalorada discusión familiar sobre la cantidad de guisantes necesarios para tener una docena, a Jacko se le
hincharon los huevos y se marchó a iniciar su carrera en solitario. Tras un primer LP con un guiño al público gay (
Contra la Pared,
1978), publicó Phriller en 1982 y se conviertiene en un fenómeno mundial. El video musical homónimo, pensado inicialmente como un spot comercial de una casa de esquijamas rojos, triunfó inesperadamente con sus epatantes bailes sin maquillaje facial. Jacko es ya un ídolo.
Jacko y un tigre albino junto a dos figuras de cera de unos personajes indeterminados.
Tuvo un bache creativo y su siguiente disco fue
Malo (
1987). No obstante, su trayectoria musical es de sobra conocida desde entonces, y no hay nada más que añadir al respecto. Pero su vida personal tiene miga.
Problemas con las drongasInevitablemente, fama, música y
drogas van de la mano (y follan en los
descampados): Pocos conocen su adicción a la heroína, de ahí su apodo cariñoso
Jacko.
- Que estoy bien, coño. Lo dejo cuando quiero.
Pero no solo se metía caballo, sino que también le pegó al alcohol, al tabaco, a las
heces de orangutanes, a la
farlopa y a la marihuana. El deterioro de su nariz fue debido a la acción combinada de la coca y a una congelación parcial durante una guardia nocturna en su servicio militar.
Jacko hizo la mili en Burgos. Llegó a Cabo Primero.
El abuso de las drogas le dejaron visibles marcas en su aspecto exterior: es más blanco, más feo y ahora es zurdo. Afortunadamente, logró superarlo refugiándose en el
hamor. Aunque tal vez su asesor de imagen debió aconsejarle que el hamor a los niños debe administrarse con cautela y contención, que hay gente con la
mirada sucia.
Amante de los niñosHay gente que sale de la droga abrazando a
dios. Bien, Jacko lo consiguió abrazando a los niños en un gesto malinterpretado en ocasiones:
Secando la ropa del bebé (con el bebé puesto) en el balcón. Detallazo de taparle la cabesa para que no coja frío.
Jacko hama a los ninios. De todas las edades, colores y sabores.
- Hola niña. Mira lo que tengo!
- Dame pan y dime tonta
Pero sin duda, para Jacko, el hamor de su vida ha sido Maculiculkin.
Maculiculkin en éxtasis, recordando su encuentro hamoroso con Jacko
Fue un amor desgarrador (de anos), visceral (porque revolvía las tripas) y profundo (ejem). Han dormido juntos y
lo dicen abiertamente. Un amor que no conoce de barreras de edad y raza ha de respetarse y solo los cortos de miras ven en esa relación a un
negro que se follaba a un niño rubio. Si no, por qué iba a ser tan feliz ahora Maculiculkin? Ha encontrado su sitio en el
mundo y eso no se paga con dinero. Bueno, en el caso por violación del que fue exculpado Jacko sí fue así.
Maculiculkin (a la derecha en la imagen), es ahora feliz.
