Y no empieces con tus dimes y diretes, que ensucias el ring, por si no te lo han dicho.
El escribió:El resto será más de lo mismo.
Ahí le has dao.
Así pues, de la noche a la mañana, me convertí en una de esas personas que pueblan terrazas, deambulan por las calles y controlan las mil y una obras públicas que siembran una ciudad, sin más necesidad que refugiarme en la conversación apasionante de limpiabotas, tertulianos ocasionales y demás actividades que se ocultan a quienes llenan las hojas de su agenda de actos productivos.
Anhelo tus ojos
tus ojos que rien
tus ojos que aman
tus ojos que hablan.
Anhelo tu voz
tu voz cantarina
tus susurros lindos
tus gemidos mios.
Anhelo tu cuerpo
tu cuerpo refugio
desnudo en mi lecho
mi única casa.
Estoy en una habitación desnudo
mi mente no recuerda mi fuga
pero de repente el estomago se me hace un nudo
cuando la polla me atrapa Oruga
Sacude, sacude mi polla con fricción
Zatur cantando el himno de las Palmas aparece
sus dedos entran en mi ombligo pelusón
y mi pobre cuerpo de puro miedo se estremece
Makako dichoso me come un pezón
Comienza a lamerlo presuroso
Hijo de puta lechón
¿Dónde esta ahora mi fuerza de oso?
Narciso mete su lengua en mi boca
Sus babas caen por mi barbilla
Necesito mil rayas de coca
No puedo despertar de esta pesadilla
Irich introduce en su culo mi dedo anular
Mientras me habla de mujeres carentes de alma
No puedo, no puedo parar de llorar
Necesito un momento de calma
Manu camina sobre tacones de aguja
Se acerca y me mira cachondo
Con su zapato un huevo me estruja
Me doy cuenta de que lo atravesó hasta el fondo
Se me doblan las rodillas
cuando de pronto una lengua en mi oreja
abro los ojos y ¡es Criadillas!
Otra maldita comadreja
Soy activo soy activo proclama un Urdu exultante
y su polla enhiesta entra en mi ano
toda mi vida pasa por delante
mientras su lefa caliente llena mi mano
Semen y mierda reunidos
La mano es conducida a mi boca
Ahora todos bailan de las manos cogidos
y así acaba esta noche loca
Estoy en una habitación desnudo, mi mente no recuerda mi fuga.
Doy un respingo cuando una mano se posa en mi hombro. Me volteo y reconozco a Barbie, quien con una sonrisa extraña y entornando los ojos me dice: “te vamos a preparar para la Diosa”.
Se lleva mis dedos índice y corazón hasta su boca, deja que estos acaricien sus labios y luego abriéndolos voluptuosamente pasa su caliente lengua por ellos hasta dejarlos bien empapados.
Luna, morena, salvaje, sale como de la nada. Sus enormes pechos se aplastan contra mis costillas y mientras se frota contra mi cuerpo me susurra al oído. “Esparce la saliva de Barbie por mis pezones, quiero que los pongas duros y húmedos”
Acaricio uno con mis dedos mojados, primero suavemente y después apretándolo con fuerza. Noto como el pezón se endurece y su espalda se arquea. Un suspiro se escapa de Luna pero rápidamente queda ahogado, pues Sayuri, cubierta tan sólo por sus tatuajes, comienza a comerle la boca.
“Tengo ya todo el coño empapado” dice Sayuri, “Tu otra mano, introduce tu otra mano en él y dale el jugo a Barbie, no la dejes sedienta”
Compruebo como el hinchado coño de Sayuri se abre y suda tan sólo rozándolo con la yema de mis dedos. Le acaricio el clítoris sin levantar el dedo, pequeños movimientos circulares cada vez más persistentes hacen que mi mano entera se llene de jugo.
Me dispongo a retirarla para que Barbie pueda lamerla pero Sayuri me dice:
“Straika, Straika recogerá mi néctar en sus pechos para dárselo a Barbie”
Sin saber de donde, aparece Straika y arrodillándose entre las piernas de Sayuri deja que los jugos de ésta goteen desde mi mano hasta sus redondos pechos. Veo como sus pezones, primero se encogen y después se agrandan mientras comienzan a pringarse.
Barbie se estira en el suelo colocando la cabeza entre las piernas de Straika y mientras le come el coño, el jugo de la vagina de Sayuri que ya se ha acumulado sobre los pezones de Straika comienza a gotear lentamente cayendo sobre el cuello de Barbie.
Nadie me ha tocado todavía pero ya estoy casi a punto de explotar. Pazita entonces clava sus pezones en mi espalda y dice “Todavía no es tu turno, tu debes satisfacer a la Diosa”. Su mano, por entre mis piernas, desde atrás, toma con suavidad mis huevos y comienza a masajearlos lentamente mientras me repite “Tú eres para la Diosa, el manjar de nuestra Diosa”
Mi polla se hincha todavía más cuando oigo a Pazita decirme “Este rabo debe estar bien húmedo para cuando penetre a la Diosa” Inmediatamente Bárbara se arrodilla frente a mi polla y comienza primero a lamer el glande y luego a tragársela toda, sin utilizar las manos, como le han enseñado a hacerlo.
Blanquita, calzada en sus patines, comienza a ejecutar una danza sensual y salvaje. Voltea a nuestro alrededor, puedo ver como del dildo que lleva metido en su ano se contrae con cada movimiento brusco y notar como eso la llena de placer.
Y de repente al fondo aparece Norna. Camina desnuda despacio hacia mí, contorneándose a cada movimiento. Sus pechos perfectos, su estrecha cintura, sus caderas anchas, el largo pelo que flota a su alrededor me hacen comprender que por fin la Diosa ya ha llegado.
Blanquita la recuesta en el suelo, le pone un cojín bajo la cabeza y otro bajo las caderas, elevando su pubis. Comienza a acariciarle la vulva con el fin de prepararla para la acometida.
Estoy a punto, las chicas susurran “Penetra a la Diosa, dale tu leche a nuestra Diosa”.
Me sitúan frente a sus piernas, La mano de Barbie agarra mi polla y la introduce en el humedísimo coño de Norna.