[Primios 20 minutos] Nominados para abandonar la casa!
Pues sí que da un poco de miedín tanto modernete junto, en un marco incomparable como éste,
Por otra parte, debe haber unos personajes la hostia de curiosos
...como éste, por ejemplo :)
Empiezo a entender la fama de tolai que se gasta este señor,
A ver, a ver.
Con una estética de 'chill out': pufs gigantes negros, globos, y una potente conexión de banda ancha, el Palacio de Congresos y Exposiciones ha cambiado por unas horas a los jefes de Estado y a los Consejeros Delegados por un ejército de geeks y techies.
Por otra parte, debe haber unos personajes la hostia de curiosos
Cíclope Bizco escribió:Milinkito no ha ganada ni un premio de consolación pero bueno... hemos robado el de Barrapunto para hacernos unas fotos Alavarito y yo.
...como éste, por ejemplo :)
Cíclope Bizco escribió:John Tones es un ciezo revenido que se toma a mal que compare el focoblog con Viruete.com, va un hotera pixelado de 1'90.
Empiezo a entender la fama de tolai que se gasta este señor,
de todas las copias de La Petite Claudine que mencionaba antes, quizás Dadanoias me parezca la más irritante, por su descaro a la hora de copiar y su maquiavélica búsqueda de éxito rápido.
Cíclope Bizco escribió:Seguriremos informando.
A ver, a ver.
Babylon escribió:Alvarito escribió:Se ve mi zapato! Se ve mi zapato!!
¿La del tatuaje te está haciendo un biberón o que?
El freak del autor se ha dedicado a barnizar la foto con una manita de humor, ¿que me la esté felando sugieres? No me atrevería yo a decir tanto, que no se ven más que mis zuecos verdes a rayas, y sí se ven del otro zaragüelles, que de holgados emparejan con la tatuada.
Y nos no queremos problemas, ¿verdad?
[...] se vio tragado por la boca de una decadencia larga y serpenteante, de la que no volvería a salir hasta que, al final mismo de sus días, se enamoró por fin de su mujer.
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Cíclope Bizco
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- Registrado: 13 Ene 2004 03:43
¡Pero cómo! ¿No has contado NADA? Alvarito que no jales del irressistible hilito de la prenda, es por melindres, que ya no deduzco de qué rango y distinción, si es de espía o de monseñor.
Oigan ustedes: yo tengo un pelazo de galanazo —por todos es bien sabido— y Alvarito se chala por la camisetas d12 con tabla de personaje a la espalda —creo que por modoso recato se la desencasquetó antes de saludarme, y abrazarnos incluso, en la entradita de los premios—; aunque esto bien pudiera desnurnirnos como el gusto de la anchoa con piña, el constatar que nos parieron —eso sí, a destiempo— en el idéntico barrio bajunero de Algeciras; nos ligó como una mozzarella, como cualquier compuesto derivado de la leche que cuando es recalentado siempre se palpa como crema recién espesada, a rancio dulzor, a cuajarón superficial, por lo que es: el comienzo de una amistad, mis 5 horas con Alvarito.
¿Más? ¡pedídlo!
Oigan ustedes: yo tengo un pelazo de galanazo —por todos es bien sabido— y Alvarito se chala por la camisetas d12 con tabla de personaje a la espalda —creo que por modoso recato se la desencasquetó antes de saludarme, y abrazarnos incluso, en la entradita de los premios—; aunque esto bien pudiera desnurnirnos como el gusto de la anchoa con piña, el constatar que nos parieron —eso sí, a destiempo— en el idéntico barrio bajunero de Algeciras; nos ligó como una mozzarella, como cualquier compuesto derivado de la leche que cuando es recalentado siempre se palpa como crema recién espesada, a rancio dulzor, a cuajarón superficial, por lo que es: el comienzo de una amistad, mis 5 horas con Alvarito.
¿Más? ¡pedídlo!
Al pasar Nueva Orleans dejo atrás sus lagos iridiscentes y luces de gas amarillo pálido | pantanos y estercoleros | aligátores arrastrándose sobre botellas rotas y latas | moteles con arabescos de neón | chaperos desamparados que susurran obscenidades a la gente que pasa.
Nueva Orleans es un museo de muertos.
Nueva Orleans es un museo de muertos.
Cíclope Bizco escribió:¡Pero cómo! ¿No has contado NADA? Alvarito que no jales del irressistible hilito de la prenda, es por melindres, que ya no deduzco de qué rango y distinción, si es de espía o de monseñor.
Oigan ustedes: yo tengo un pelazo de galanazo —por todos es bien sabido— y Alvarito se chala por la camisetas d12 con tabla de personaje a la espalda —creo que por modoso recato se la desencasquetó antes de saludarme, y abrazarnos incluso, en la entradita de los premios—; aunque esto bien pudiera desnurnirnos como el gusto de la anchoa con piña, el constatar que nos parieron —eso sí, a destiempo— en el idéntico barrio bajunero de Algeciras; nos ligó como una mozzarella, como cualquier compuesto derivado de la leche que cuando es recalentado siempre se palpa como crema recién espesada, a rancio dulzor, a cuajarón superficial, por lo que es: el comienzo de una amistad, mis 5 horas con Alvarito.
¿Más? ¡pedídlo!
¡Ay Cíclope, amigo!
Ya le dije en cierta ocasión a la señorita que campa por aquí, y no puede haber error que ella es sólo una, que todos los que sois grandes tanto como para no caber en vuestros propios pellejos, acabáis siempre pinchando por una o por otra y es una suerte que así sea porque eso hace que nos sintamos humanos todos y compartamos las dichas y los pesares de los que antes estimábamos divinos, como comparto, y sabemos, este gozo que es saber ahora común la desinflada patria chica tuya y mía.
¿Qué dices? ¿Que divergen nuestros gustos al punto del boquerón en salmuera? ¡Nos une aquel abrazo! Eran productos del mar otros los que nos separaban, te recuerdo que era el líquido de mi caracter foreril en los moluscos lamelibranquios, que para ti excedía de lo apropiado y para mí era inapreciable en aquella tasca de Santo Domingo.
Déjame amigo, vive dios que no dejarás de serlo mientras quede sobre la tierra (y esto es importante, que el celuloide ocupa el planeta) o mi mente imagen una de nosotros ambos arrimados que es grato refrescar en tiempos del cólera, que te diga que te tenía por mucho más que persona, que ya es mucho y no todos los que así se dicen lo son que algunos vejan ese apelativo por incluirse en la especie, por avatar de un dios, y si fui a la entrega de los honores que se les hacen a los blogeros no fue por ver a una persona humana, sino con la esperanza de ver una manifestación inequívoca de entidad alguna supranatural. Te hago saber que si visto hubiera un relámpago caer vecino o una lluvia torrencial como no hubiera vislumbrado otra en la vida mía, por satisfecho me habría dado, que no todos los días, creyera yo, conoce uno y respira el mismo aire que queman los pulmones de una manifestación semejante.
Sabe también, insisto, amigo, que si no te hubiera visto habría tomado a la de los pelos rojos por ti, que es más apropiada la forma de ella para encarnar lo de(s)liciosamente zarrapastroso de tus formas escritas, que intuimos ambos, se han de deshacer sus formas físicas en los jugos bucales como se diluyen las tuyas escritas, en los ventrales.
Pasando a temas de menor grueso, que se me agarrotan los dedos tratándolos tan elevados, comento lo que viera oyera y sintiera, que son páginas cienes de papel continuo, para asombro del público y público sonrojo (aunque diga él no conozca semejante sensación) del amigo Polifemo, que digo adorara como a un santo, consolidado en cinco horas tan intensas como los segundos en los que se siente de cerca el aliento de la muerte, y me sepan siempre a poco los cinco tiempos que no son más que calostros de la amistad virtual. Déjame que te escriba estos versos, que sean los últimos que te escribo:
Después de veinte minutos en metro,
al palacio de congresos llegara,
donde se haría entrega de honor y cetro,
al bloguero que más pasta pagara,
después tocó Cíclo, el mismo chapero
del hilo, el pelo, vierais en el Gara,
no digo, que ya ha dicho él, espero,
vimos mil maravillas: freaks de hueso,
y de la su yegua medio trasero,
fueron los premios flores de cantueso,
tan así es que volvemos de vacío,
para advertirlo no hay que ser sabueso:
Cruzcampo y bocados hasta el hastío,
payasos escultores de globito,
atmósfera y mundo... todo muy frío.
dejadme que hable del Koden del forito,
que cante y mutile la suya imagen,
que todo lo que pienso quede escrito,
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRGGHHHH
¡Palabras en libertad, amigo Cíclope!
¡Muerte al clásico verso!
¡Sin esfuerzo no hay honor!
¡No hay honor sin honor!
¡¡Y no hay quien lo quiera!!
¡Arrollad el mundo!
¡Izad los trinquetes, aprovechad!
¡Aquilones!
La del tatuaje era marinera y no extrañe y no pueda ser de otra forma puesto que ha de bregar con el tumulto de tu cabeza, jenares, que seguro que tiene que arriostrarte los mengajos la chata para que estés presentable, por mucho que tenga poco caracter se la ve derecha.
Y ahora voy a pegarme contra una pared, que cuesta mucho al cuerpo reprimir las ganas de MACHACARMACHACARMACHACAR que nace de un esfuerzo que lubrica (que no licua) el cerebro.
¿Más? Cíclope, esos daguerrotipos, los quiero, ¡YA!
[...] se vio tragado por la boca de una decadencia larga y serpenteante, de la que no volvería a salir hasta que, al final mismo de sus días, se enamoró por fin de su mujer.
