Bueno, bueno, ahora llegamos a la parte que más me gusta, que es la de desacreditar a mi oponente, al que intentaré calumniar en la medida de lo posible...
Montgomery, muchacho, es una verdadera pena. Yo te consideraba un tio inteligente y cabal, pero en tu impecablemente redactada exposición de la aceituna con hueso, me encuentro con esto, encima prácticamente al principio...
Montgomery escribió:Pero al contrario de lo que puedan suponer, lo hago desde el convencimiento y no por obligación. Sí, amigos, las mejores aceitunas, sin ningún género de duda, son las aceitunas con hueso.
Mal, mal, mal.
No señores, no me lo he inventado para desacreditarlo, todo esto ha salido de su teclado...Si, si, fue Montgomery el que escribió:Pero al contrario de lo que puedan suponer, lo hago desde el convencimiento y no por obligación. Sí, amigos, las mejores aceitunas, sin ningún género de duda, son las aceitunas con hueso.
Bueno, tendremos que partir entonces del hecho de que prefieres las aceitunas con hueso. En realidad no lo veo tan malo. Otras personas prefieren tener sexo con cabras o chupar candados.
Montgomery escribió:Daré comienzo a mi exposición señalando que la preeminencia de las aceitunas con hueso no significa que las aceitunas sin hueso no posean, en cierto modo, cualidades que las hagan una opción a considerar a la hora del aperitivo, pero esta opción siempre será un sucedáneo del original.
Decir eso es como decir que un bocadillo es un sucedáneo del pan, aunque supongo que entre horas tu prefieras comerte un cacho de pan solo, para admirar su textura en todo su esplendor, amén de la esponjosidad de la miga. Por otra parte los más puristas se sientan ofendidos al mancillar con huevos las patatas usadas en la fabricación de una tortilla.
Montgomery escribió:No descubrimos nada al señalar que la madre del aceite de oliva es la aceituna, y qué mejor manera de saborear la historia de nuestra tierra que con una buena ración de aceitunas al natural. Desde este punto de vista, cualquier manufactura que pase la aceituna ibérica no será otra cosa que estropear el producto auténtico, y el solo hecho de retirar el hueso de una de estas maravillosas gotas del campo podría llegar a considerarse sacrílego por los más puristas.
¿Una ración al natural? ¿Recién recolectadas del olivo? Pues échale huevos, campeón porque según tengo entendido son ácidas de cojones, pero lo dicho, que a otros les da por chupar candados, y usted está en su perfecto derecho de comerse las aceitunas como le venga en gana (incluso de tocar el banjo sobre un monociclo con un pasamontañas puesto del revés si eso le divierte)
--INCISO--
RememberMontgomery, en pleno puestazo de aceitunas con hueso escribió:Pero al contrario de lo que puedan suponer, lo hago desde el convencimiento y no por obligación. Sí, amigos, las mejores aceitunas, sin ningún género de duda, son las aceitunas con hueso.
--FIN DEL INCISO--
Montgomery escribió:La aceituna al natural es de una variedad que asusta al neófito: arbequina, hojiblanca, manzanilla, gordal, cornicabra... dejaremos de momento aquí la lista dada su amplitud y mi pobre memoria, pero nos encontramos ante un gran crisol de texturas, de colores, y lo más importante, de sabores que hacen de la elección del aperitivo algo complicado a la par que estimulante, con lo que deja de tener sentido buscar un sustituto o un complemento a su sabor en el relleno. Y todo esto sin hablar aún de los aderezos, que son la verdadera salsa con la que acompañar, ahora sí, el auténtico y recio sabor de una aceituna. Con ajetes y perejil, endulzadas en agua, aliños con vinagre, en salmuera...
Pues imagínate todas esas posibilidades encima con relleno, vamos el puto
non plus ultraMontgomery escribió:Por otro lado, el componente del que parte la discusión, esto es, el hueso, ha de ser considerado, a mi modo de ver, como un punto a favor de la aceituna. En primer lugar, aporta un grado de consistencia necesario para el bocado, la tersura de la superficie de una aceituna con hueso es insuperable comparada con las desagradables arrugas que se producen en una aceituna sin hueso, por no hablar de la ignota textura que se detecta en el paladar al masticar una de estas endebles aceitunas.
Una aceituna rellena puedes morderla con pasión, puedes devorarlas literalmente. Están deliciosas, y sus exquisitos rellenos (no nos olvidemos de que los tenemos adecuados a nuestro gusto particular) le proporcionan la dureza ideal a mi parecer. Por las aceitunas con hueso pasan las cosas que pasan...
Montgomery escribió:Por otro lado, el hueso de la aceituna aporta ese componente personal, íntimo si lo desean ustedes, que consiste en prolongar el placer del sabor de la aceituna en la boca al juguetear graciosamente con el hueso despues de haberlo separado de la carne. Por supuesto, los no iniciados encontrarán en ello algo peligroso o incluso repugnante, pero piensen ustedes que las cosas, si se hacen, se hacen bien, y un uso responsable y educado de los huesos de aceituna puede ser en extremo satisfactorio.
Tengo entendido que a la gente que gusta chupar candados también les parece exquisito juguetear con los candados dentro de la boca, saboreando gratamente el metálico sabor de sus preciados objetos.
Por cierto (y a título evidentemente personal) no deja de parecerme onanístico eso de 'uso responsable y educado de los huesos de aceituna puede ser en extremo satisfactorio'...
Montgomery escribió:Las comparaciones son odiosas, ciertamente, pero el contenido de algunas aceitunas rellenas se me antoja muchísmo más repugnante, al ser viscoso y visceral (...)
Me iba a reiterar en lo de que a otros les da por chupar candados, pero en fín, recuerde que existe multitud de gente que SI nos deleitamos en el relleno de las aceitunas, algo que además de resultarnos delicioso e inofensivo, también sano y nutritivo.
Y llegado a este punto solo me queda desearos a todos un feliz 2004, y recomendaros que bebáis con moderación todo lo que os entre en el cuerpo.
A cascarla.