1ª Jornada: Montgomery Vs Dorian Gray

historia viva [todos los partidos de la temporada 2003-2004, en peiperviú y con los comentarios de michael robinson en lo que el ojo (de urdu) no ve]
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NeNa_007
moromielda
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1ª Jornada: Montgomery Vs Dorian Gray

Mensaje por NeNa_007 »

Tema: lápiz o bolígrafo.

Ya sabéis, el primero que empiece, elige tema.
Supongo que también tenéis hasta el jueves.

Ánimo.

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Urdu
Angela Chanin Izaguirre
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Mensaje por Urdu »

Y yo me pregunto: ¿seré el único al que le parece un despropósito emplazar este combate en segunda división? ¿Qué retorcida mente puede llegar a la conclusión de que estos dos contendientes merecen estar en una categoría inferior a Blanquita, Straika o Krad?

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bud spencer
Mojahedín
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Mensaje por bud spencer »

Bien Urdu, dando por supuesto que no has leido el post de bienvenido al club del Posting catch (en adelante CPC), te explico: Si blanquita, Straika o Krad están en Primera División, es porque sus actuaciones en torneos anteriores fueron lo suficientemente buenas como para empezar en la categoría de honor. Ahora bien, el tiempo pone a cada uno en su sitio y ya tendremos tiempo de ver donde acaba cada uno. Mire a Karhonte/Loco cósmico, que consiguio llegar a la final. No te fíes del nick. En el posting catch un literato aficionado que sueña con el Nobel puede ser eliminado a las primeras de cambio, y en cambio, un forero barriobajero puede plantarse en la final. (lo de barriobajero no va por nadie en particular, entiéndase com un recurso estilístico, como una hipérbole).

Ahora bien, en tu caso particular Urdu estás en Primera División porque has sido invitado a participar como artista invitado/a. Y ya que se te invita, que menos que hacerlo en Primera.

En cuanto a tu apreciado Dorian, déjame decirte que no lo conozco lo suficiente como para colocarlo en la categoría reina. Lo poco que le he leído en el forito ha hecho que le coloque en Segunda división, y no en Tercera, como correspondería a cualquier forero no habitual del fosphorito y que no haya participado en un posting catch anterior.

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Dorian Gray
moromielda
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Mensaje por Dorian Gray »

Señores, por favor, ¿tendrían ustedes la amabilidad de bajar un poco el tono de voz? No me dejan concentrarme entre tantos lápices y bolígrafos.

Un vespertino saludo,
Dorian Gray


P.D: [Proponiendo tema para debate] ¿Deberían los Sres. Montgomery y Dorian Gray haber sido incluidos en la primera división?
"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando.
Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres.
A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo,
y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo."

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Dorian Gray
moromielda
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Mensaje por Dorian Gray »

Discúlpenme. Ignoro si las reglas permiten hacer esto, por eso pido disculpas antes de hacerlo. Si le sirve de ayuda a mi compañero, el Sr. Montgomery, postearé mi primer mensaje del combate poniéndome del lado del lápiz.

Un saludo,
Dorian Gray
"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando.
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Dorian Gray
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Mensaje por Dorian Gray »

Gran parte de los jóvenes españoles viven hoy angustiados por el tamaño de sus penes. La mayoría de ellos, claro está, preocupados por el suyo propio. Da igual la medida que los expertos consideren recomendable, aconsejable o mínima para mantener relaciones sexuales satisfactorias. Da igual que las mujeres digan con la boca pequeña que lo importante es la imaginación si lo que imaginan es uno de veintidós y usted lo tiene de catorce. Da igual que lo tenga tan grueso como el cenicero de una cafetería si no mide más que el cenicero de una cafetería. Da igual ocho que ochenta. ¿Por qué este inconformismo? Porque todos y todas quieren tener entre las piernas un bolígrafo de doce colores.

Sí, damas y caballeros, en aquel divertido bolígrafo -más útil como despertador de envidias ajenas que como herramienta de escritura- encontramos el germen causante de la jaqueca femenina y de los problemas psicológicos masculinos. Podría haber enfocado mi debate desde el punto de vista del bolígrafo-cerbatana Bic o desde la óptica del incansable Kilométrico; tal vez, incluso, hubiera obtenido más éxito atacando al Staedler, el bolígrafo que nunca se terminaba porque dejaba de escribir si antes no reventaba. Pero he aquí, amigos míos, que he encontrado en mi profunda reflexión al enemigo más fiero que nuestra sociedad podía tener: el bolígrafo de doce colores.

El lápiz, salvo con algún que otro ojo, nunca se rebeló contra nadie ni contra nada. No hay lápiz que pueda con un buen sacapuntas de metal, de esos que se ponen mohosos al tercer día según las escrituras. Tampoco hay mina de grafito que se resista al intenso y comestible olor de la goma de borrar de nata. ¿Qué sería de Milán sin su Scala, sin sus dos equipos de fútbol, sin sus lápices? Al pan pan y Alpino pino.

El increíble lápiz menguante revela, como el tronco de un árbol, nuestro caminar por la vida. Aún recuerdo aquel lápiz amarillo y negro que se iba consumiendo a medida que nos acercábamos al mes de junio, aquel de doble punta roja y azul para subrayar lo más importante o para escribir en tonos culés un “Pili, te quiero” en la última página del libro de ciencias a principio de curso. Ahora, de mayores, aturdidos por los innovadores, innecesarios y gratuitos diseños de algunos bolígrafos, algunos románticos seguimos escribiendo en nuestro diario con un lápiz vestido de plata con minas de 0,5 mientras sonreímos al releer un “Pili, hija de la gran puta” en la última página del libro de matemáticas a final de curso.

Piensen, señoras y señores, que sin lápices no tendríamos la oportunidad de contemplar los grabados goyescos. Piensen, señoras y señores, que sin lápices no tendríamos la oportunidad de rectificar. Piensen, señoras y señores, que podríamos mantener una vida sexual plena si hubiésemos optado por los lápices. Piensen, en definitiva, que sin lápices no habríamos oido hablar nunca de Pinocho.


Un saludo,
Dorian Gray
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Montgomery
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Mensaje por Montgomery »

Estimado Sr. Gray:

Me es grato iniciar esta travesía en las procelosas aguas de la discusión deportiva con una dicotomía tan debatida entre las huestes de los escribas compulsivos. Hay quien necesita tener un cigarro entre los labios y hay quienes necesitamos sentir el tacto de un buen bolígrafo en las yemas de los dedos, presto y dispuesto para encauzar el torrente de palabras inconexas que empujan las paredes del embalse de la cordura.

Desafortunadamente se ha desviado usted de la línea principal que hace que los aficionados a los trazos -juntaletras, garabateros, crucigramistas, fruteros, policías e incluso administrativos- prefieran un bolígrafo a un lápiz. Yerra en su línea argumental al utilizar los fáciles argumentos del psicoanálisis freudiano, agarrando por los pelos una simplona y falaz comparación fálica, cuando la verdad última de la preeminencia de la tinta frente al grafito la encontraremos sin duda en la versatilidad. Y es que aunque algunos se empeñen en hacernos comulgar con una particular visión cuantitativa del acervo psicoanalítico, proclamo aquí y ahora que la calidad está por encima.

Nada más sencillo que llevar en el bolsillo de la chaqueta una libreta en la que poder plasmar las ideas que fluyen en un instante mientras el traqueteo del tren hace lo posible porque la escritura se aproxime al canon establecido por el Insalud para sus cuerpos médicos. Hete aquí que sientes la necesidad de escribir, y buscas nerviosamente en otro bolsillo ese bolígrafo de tinta líquida al que has confiado tantas otras veces la ardua tarea de traducir tus pensamientos a palabras escritas. Pero no. Ocupa su lugar un sucio lápiz que no debería estar ahí, sino en el fondo de un oscuro cajón de escritorio. ¡Por lo más sagrado, con ese instrumento no se puede escribir! Manchará el papel, se romperá la punta, no habra humano en el globo que logre releer lo escrito. ¡Mi bolígrafo, por caridad! Bluf, adios idea, no hay nada que hacer. Jamás volveré a olvidarlo. Mejor, un bolígrafo en cada chaqueta, en cada abrigo, en cada camisa, en cada mochila y en cada maletín.

Amigos, el bolígrafo es la solución. Cualquier situación digitográfica, por diversa que sea, encuentra una fiel compañera de fatigas en la tinta. Piensen ustedes en cualquier momento en el que necesiten escribir, y ahí encontrarán el bolígrafo como respuesta, y comparen, no teman. El enfrentamiento es irresistible, ¿Firmarían ustedes el contrato de su vida con un vulgar lápiz? ¿Quizá su notario escrituraría la vivienda de sus sueños con una estulta firma de carbonilla? ¿Aceptarían que Zinedine Zidane les autografiara con un efímero trazo de grafito?

Lo bueno, lo útil, lo perdurable y, en definitiva, lo serio, se escribe con bolígrafo. Y, concluyendo mi primera intervención, sólo añadiré dos palabras que definen la supremacía del bolígrafo frente a lápiz: confianza y rigor.

Saludos.
Una de cada tres cosas que digo es mentira.

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Dorian Gray
moromielda
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Mensaje por Dorian Gray »

Estimados Sr. Montgomery y miembros del jurado:

No quisiera abordar mi segundo y último asalto sin antes felicitar a mi compañero, el Sr. Montgomery, por su exquisita y elaborada prosa. Es sin duda un bello ejercicio de escorzo literario el que usted ha empleado en su primera intervención y no albergue ningún temor acerca de la inteligibilidad de su retórico proceder. Posiblemente obtenga usted mejores resultados en ambientes más festivos pero sus fuegos de artificio se esfuman ante la atenta mirada de los que buscamos argumentos más sólidos. Vestir a la mona de seda sólo está al alcance de un gran sastre de la palabra como usted.

Su primer párrafo de presentación es, posiblemente, de los mejores que he leído en los combates que se han celebrado hasta el momento. Convendrá conmigo en que no dice nada, en que se lo podía haber ahorrado. Entiendo, claro está, que ante la falta de argumentos necesitaba usted echar mano de su ágil pluma (¿o debería decir 'bolígrafo'?) para engordar su escasez de ideas. Le entiendo, no se preocupe.

A continuación, en el segundo, ya se atreve usted a entrar en materia señalando la versatilidad del bolígrafo frente al lápiz. No está mal. Eso sí: podría haber rematado una buena faena argumentando esa ventaja comparativa. También le entiendo, necesitaba usted pasar al ataque desvirtuando mis argumentos y tachándolos de freudianos y se le olvidó. No hay problema, ahora tendrá la oportunidad de hacerlo en su segundo combate. Permítame recordarle, mi estimado Sr. Montgomery, que la originalidad argumentativa no está reñida con el análisis psicoanalítico del bolígrafo de doce colores.

[Las Autoridades Sanitarias advierten que cualquier indicio de contenido sexual en sus combates contra el Sr. Montgomery será inmediatamente etiquetado como argumento de corte freudiano e invalidado como tal.]

El traqueteo de su tren en el tercer párrafo le deja, por segunda vez, en evidencia. Quizás haya sido hipnotizado... Perdón por lo de 'hipnotizado', no quisiera que el Sr. Montgomery invalidara este párrafo por ser de corte freudiano. Rectifico: quizás se haya usted quedado embelesado con el chacachá del tren y haya pasado un detalle por alto. Le explico: el hecho de que dispusiera usted de un bolígrafo en vez de un... ¿'sucio lápiz' dijo? Espero que argumente esto también en su segundo post. Continúo. El hecho de que dispusiera usted de un bolígrafo en vez de un sucio lápiz no iba a lograr que la idea fuera mejor. ¿O acaso pretende vendernos el principio aristotélico y absoluto de que los que utilizan bolígrafos son personas con mejores ideas que los que utilizan lápices? Leonardo Da Vinci estaría muy orgulloso de usted, Sr. Montgomery. Y no lo olvide: mejor siempre una mancha de tinta de bolígrafo en cada chaqueta, en cada abrigo, en cada camisa, en cada mochila y en cada maletín, antes que la practicidad y limpieza de un sucio lápiz que no necesita sucedáneos en cada maletín, en cada mochila, en cada camisa, en cada abrigo y en cada chaqueta porque nunca nos dejará en la estacada.

Y por fin, en su cuarto párrafo, llegamos al mejor argumento esgrimido hasta ahora: la perdurabilidad de la tinta frente al caduco grafito. Ese era el argumento que tenía que haber explotado desde un principio, el único válido con el que podía derrotarme. ¡Claro, Sr. Montgomery! Se ha preocupado más por atacar lo inatacable que por defender lo indefendible. Aproveche su segundo post para incidir más en este aspecto, el que más temía y, en definitiva, el más flojito de los que aporta. Permítame, mi estimado amigo, recomendarle otro modo de actuar en próximos combates: no se preocupe demasiado por los argumentos y formalidades del contrario en su primer post, dedíquese a argumentar y defender su postura que ya tendrá tiempo de hacer trajes en el segundo.

Su quinto y, por fin, último párrafo está cogido con alfileres. ¡Menos mal que aún le queda su segunda intervención! A ver si logra convencerme a mí y a la Srta. Nena007 –sobre todo a ella- de por qué el bolígrafo es sinónimo de confianza y rigor frente al práctico y socorrido lápiz.

Ha sido un placer medir mis fuerzas dialécticas frente a usted. Suerte en próximos combates.

Un saludo,
Dorian Gray
"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando.
Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres.
A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo,
y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo."

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Montgomery
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Mensaje por Montgomery »

Estimado Sr. Gray:

Daré comienzo a mi segunda instancia expositiva haciendo algunas aclaraciones previas sobre lo acontecido anteriormente. Me permito la licencia de señalar las diferentes partes de mi escrito para su mejor análisis y comprensión.

1. Introducción.

En primer lugar le agradezco, Sr. Gray, la estupenda lección que me ha ofrecido sobre como vencerle en este enfrentamiento. No se preocupe, creo que los pasos que sigo son los correctos aunque usted no lo hubiera hecho igual. Me sorprende, por contra, que haya malgastado su segundo turno en atacar la supuesta falta de argumentos de mi defensa sin aportar usted ningún punto a su favor. Sería bueno que se diera usted cuenta que el Posting Catch ofrece un sinnúmero de posibilidades a los estrategas de la palabra, y que no es algo tácito el que el meollo de la argumentación haya que ofrecerlo en la primera intervención: obviamente, querido amigo, mi primer turno lo he gastado en una liviana introducción de lo que vendrá despues, ya que -inocentemente, eso sí- pensaba yo que usted haría lo mismo y me beneficiaría, por tanto, del último turno de palabra. No reparé en que usted había considerado totalmente cerrada su argumentación en sus primeras líneas, dejándome un diáfano espacio en el que moverme.

Por otro lado, en ningún momento pretendo atacar las referencias sexuales de comentario alguno, sino la relación existente entre esas referencias y lo que nos ocupa. Siendo seguidor de la escuela del Círculo de Viena adopto el falsacionismo como método, y es ahí en donde el psicoanálisis freudiano carece de toda validez científica. Si usted apoya sus comentarios en una teoría que es, a la luz de la ciencia, inválida, no tendré más remedio que invocar el recuerdo de Karl Popper y proclamar la incoherencia de su discurso, que pone al lápiz por delante del bolígrafo por razones de reminiscencias psicosexuales juveniles.

2. Nudo gordiano.

De entre las innumerables facetas que hacen al bolígrafo superar al lápiz, señalaremos las siguientes, algunas de ellas avanzadas previamente:

a. Variedad.
    Las estanterías de los establecimientos dedicados a la venta de artilugios de papelería se encuentran repletas de ejemplos de las múltiples posibilidades que se abren ante nuestros ojos al considerar la posibilidad de adquirir un bolígrafo. Dejando a un lado la enorme paleta de colores -desde los sobrios y elegantes como el negro, el azul y el verde oscuro hasta los divertidos y juguetones fucsia y naranja- podemos encontrar verdaderas obras de ingeniería dedicadas a hacer de nuestra escritura un placer: bolígrafos de punta fina, de tinta líquida, con bola flotante, indelebles, ergonómicos, de gel, con aroma... en fín. Podríamos llegar a decir que cada persona tiene un bolígrafo adaptado a su forma de escribir e incluso de pensar. Es evidente que esto no ocurre con el lápiz. Si bien la gama de los lápices de colores el alta y tiene su utilidad, aunque limitada, jamás llegará a existir una variedad tan amplia y tan sugerente de lápices como de bolígrafos.

b. Usos.
    Cuando ha de escribirse algo con seriedad, se utiliza un bolígrafo. La razón principal de este proceder la debemos buscar en el primario sentido de lo perdurable, y es que pensamos que lo que escribamos con tinta jamás desaparecerá. Sí, un lápiz se puede borrar, pero su principal virtud es su tara más evidente, ya que la importancia de un escrito se mide por la tinta. Con un lápiz jamás firmará usted documentos importantes. Y no solo por esta durabilidad que comentamos, sino por unas razones de índole cultural y sociológico que dimanan de la concepción adulta de la tinta; los niños escriben fundamentalmente con lápices, y hasta que no manejan con soltura las manos y estamos seguros de que no nos pintaran las paredes ni los libros, no pasan a escribir con bolígrafo, lo que marca un paso en su camino hacia su conversión en adultos.

c. Carácter.
    Un buen bolígrafo dirá mucho de usted. Pero incluso un bic dirá más y mejor que el más selecto de los lápices. Por mucho que Faber Castell se empeñe en ofrecernos lujosas colecciones de los lápices más exclusivos, siempre habrá un Cross que supere todas las espectativas de la elegancia y el buen gusto. Y es que un lápiz, por muy caro que sea, será material fungible. Un buen bolígrafo perdura, y puede ser un regalo que vaya pasando de generaciones en generaciones, las recargas de tinta harán el resto.


3. Conclusión.

Elija usted un buen bolígrafo como medio de escritura y ganará en muchos aspectos. Use un lápiz frecuentemente y sus compañeros le señalaran como el del lapicerito. Es de justicia, el bolígrafo es superior. Sr. Gray, todo un placer, yo tambien le deseo suerte.

Reciban un cordial saludo.
Una de cada tres cosas que digo es mentira.

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NeNa_007
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Mensaje por NeNa_007 »

Felicidades a los dos, ha sido un estupendo combate y bla bla...

...pero tras un periodo de aislamiento e intensa reflexión por parte del arbitro, pueden felicitar al ganador, Montgomery.

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