4ª Jornada: Xavi Fernández vs Dr.Moriarty

[SordoSinOrejasDrMoriarty]

Buen combate, me ha gustado y me he reido. Pena que no tenga tiempo para seguir con él, se que me echaras de menos.

Cielo santo.
No lo ha entendido.
La escoria más inmunda que ha llegado a pisar una cancha de baloncesto tiene el mismo contenido cerebral que un balón.
Para que tú lo entiendas, Xavi: Estás hueco.
Sí, hueco, hijo mío.
Porque si intentar sobornar en público al arbitro es de tontos, todavía lo es más el intentar ofrecer un "bago stratocaster".
¡¡Escríbelo bien, cenutrio!!
¿O es que no ves que de quien se han reído en este combate es de ti?

Y el arbitro.
Otro que tal baila.
Le das lo suyo y encima lo proclama a los cuatro vientos.

No una, sino tres bolsas.
¡Y se queja porque sólo había seis de vainilla!
Esto sí es un enfermo y lo demás son bobadas.

Y ya te he dicho que si la llevas unos patines en línea, queda contigo hombre.
Es que eso de llevarla papel...

Joder con Oxi. En lugar de unas bragas me trae el perrito de Scottex...

Ah, y por cierto.
Él era realmente el más grande:

Drazen Petrovic.


Nos leemos.

[Blanquita]

A veces una se busca y se encuentra. Como hoy. Mi afán de protagonismo es bastante escaso, pero dependiendo del contexto, me congratula verme como centro de conversación. Como en el caso de que estos dos caballeros, Sordo y Oxímoron, hablen de mí.
Sr. Sordo, debo manifestar mi simpatía hacia el perrito de Scottex, animalito encantador donde los haya, e informarle de que, en mis frecuentes excursiones al WC, después de haber sufrido varias veces la paralizante situación de no encontrar papel tras el acto de evacuación, suelo cerciorarme antes de la existencia de éste. Lo de las bragas ya es una cuestión de gustos personales.
Oxi, guapetón, que tú ya sabes que patines tengo. Y que intermediarios tampoco es que sean precisos. Pero eso sí, he de confesarte que verme relegada al mismo puesto en la escala de valores que una docena de chupa-chups de vainilla o, lo que es peor, que un partido de fútbol, se me antoja un pelín hiriente. Boludo de mierda (sin acritud)