David Nebreda
Publicado: 15 Jul 2004 13:04
Blanquita, aparta las pinturitas moñas de Monet y dejad de toquetear el Paint como niños, que aquí llega un post sacado de aquí: http://www.yonkiss.com/phpBB2/viewtopic ... 537#134537
Dentro del extreme art hay mucho notas, mucho gilipollas y mucho hoax. Aunque es posible dar con un autor que logre escenificar sentimientos hiperbóreos, un pathos extremísimo conseguido con la automutilación.
David Nebreda es una de esas personas. Según los médicos se trata de un esquizofrénico, lo cual le dota ya de un auspicio de genialidad en el mismo sentido que, por citar un ejemplo altamente manido, Van Gogh. Puede que nos parezca repugnante y en demasía extremo el arte de Nebreda, pero recordemos que el pintor sin oreja también fue en su tiempo rompedor de moldes y, por ende, rechazado. No debemos caer tampoco en el error de considerar genial todo lo repugnante, esto es, no abrazar sine qua non el extreme art en todo su alcance, pero sí debemos reconocerle mérito al señor Nebreda.
Pasó años encerrado en su casa de Madrid, donde vive hora solo sin tele ni radio ni libros ni pasatiempo alguno. Él solo, sólo. Así, en ese aislamiento absoluto, el autor ha hecho cientos de autorretratos, algunos pintados, algunos con su propia sangre, en los que se muestra excesivamente humano a través del dolor, los fluídos corporales y su cuerop, verdadero protagonista y obra en sí misma, conseguida tras años de ayuno, abstinencia y automutilación. Lejos de ser un poser, Nebreda tiene una amplia formación, entre varios diplomas está el de licenciado en bellas artes. Nebreda, con su obra, logra unir lo divino y lo infernal: seguro que a todos os viene a la mente Cristo, pero también una idea confusa del palo Hellraiser, o Auschwitz, o Somalia... hay humillación, hay superación, hay lujuria... creatividad desbordada sin lugar a dudas, y -este sí- un artista y artesano de verdad dentro de un mundillo tan repleto de caspa, estulticia y fakers como es el mundo del extreme art.
Os dejo con la obra:
Sí, eso está escrito con sangre.
Si habéis llegado hasta aquí también dudaréis como yo de que sea maquillaje.
Venga, a seguir con la rutina.
Dentro del extreme art hay mucho notas, mucho gilipollas y mucho hoax. Aunque es posible dar con un autor que logre escenificar sentimientos hiperbóreos, un pathos extremísimo conseguido con la automutilación.
David Nebreda es una de esas personas. Según los médicos se trata de un esquizofrénico, lo cual le dota ya de un auspicio de genialidad en el mismo sentido que, por citar un ejemplo altamente manido, Van Gogh. Puede que nos parezca repugnante y en demasía extremo el arte de Nebreda, pero recordemos que el pintor sin oreja también fue en su tiempo rompedor de moldes y, por ende, rechazado. No debemos caer tampoco en el error de considerar genial todo lo repugnante, esto es, no abrazar sine qua non el extreme art en todo su alcance, pero sí debemos reconocerle mérito al señor Nebreda.
Pasó años encerrado en su casa de Madrid, donde vive hora solo sin tele ni radio ni libros ni pasatiempo alguno. Él solo, sólo. Así, en ese aislamiento absoluto, el autor ha hecho cientos de autorretratos, algunos pintados, algunos con su propia sangre, en los que se muestra excesivamente humano a través del dolor, los fluídos corporales y su cuerop, verdadero protagonista y obra en sí misma, conseguida tras años de ayuno, abstinencia y automutilación. Lejos de ser un poser, Nebreda tiene una amplia formación, entre varios diplomas está el de licenciado en bellas artes. Nebreda, con su obra, logra unir lo divino y lo infernal: seguro que a todos os viene a la mente Cristo, pero también una idea confusa del palo Hellraiser, o Auschwitz, o Somalia... hay humillación, hay superación, hay lujuria... creatividad desbordada sin lugar a dudas, y -este sí- un artista y artesano de verdad dentro de un mundillo tan repleto de caspa, estulticia y fakers como es el mundo del extreme art.
Os dejo con la obra:
Sí, eso está escrito con sangre.
Si habéis llegado hasta aquí también dudaréis como yo de que sea maquillaje.
Venga, a seguir con la rutina.