Mis pinturas
Publicado: 04 Jun 2021 11:46
Hoy os voy a hablar de una nueva afición que estoy cultivando en mis ratos libres.
Todo comenzó hace unos meses cuando, por circunstancias que no vienen al caso, empecé a tener de forma recurrente intensos ataques de ira. Empezaba en el trabajo, sobre todo al ver a determinada persona. Para no dar más datos, me referiré a él como EL USURPADOR.
Mis manos se crispaban, mis venas varicosas se expandían, y un velo rojo de odio primordial caía sobre mis ojos. Durante esos episodios repentinos de ira concentrada, perdía el control de mi ser hasta tal punto que se me desplazaba repentínamente el cóxis hacia posiciones antinaturales, llegando al extremo de que tenía que defecar sentándome hacia atrás en el wc, es decir agarrándome con fuerza a la bomba de agua.
Como esto no podía continuar así, me puse en manos de un psicólogo que usaba terapias alternativas. Yo, aunque en el invierno de mi vida, siempre me he considerado una persona vital y abierta a todo, así que me puse en sus manos. Él doctor Cimbrel (pues así se llamaba) me recomendó que expresara todo lo que había reprimido dentro a través del arte. Que no dejara que los sentimientos negativos se maceraran dentro de mi, y que los expulsara de la forma más creativa posible. Dicho y hecho.
De camino a casa pasé por una papeleria y compré el material, y cuando llegué a casa empecé a dibujar. Y fue mágico. Mis manos se movían solas, la gama cromática empezaba a desplegarse ante mi. Un universo de tonos ocres y pastel cogió cuerpo y empezó a conformar de forma plástica todo lo que estaba arrasando mi psique desde hacía meses. Jamás había dibujado en serio, y nunca soñé que hubiera este potencial creador dentro de mí. Pero así fue, llamadlo inspiración divina o lo que sea, pero... en fin, no me quiero extender demasiado y prefiero que lo veais por vosotros mismos.
Todo comenzó hace unos meses cuando, por circunstancias que no vienen al caso, empecé a tener de forma recurrente intensos ataques de ira. Empezaba en el trabajo, sobre todo al ver a determinada persona. Para no dar más datos, me referiré a él como EL USURPADOR.
Mis manos se crispaban, mis venas varicosas se expandían, y un velo rojo de odio primordial caía sobre mis ojos. Durante esos episodios repentinos de ira concentrada, perdía el control de mi ser hasta tal punto que se me desplazaba repentínamente el cóxis hacia posiciones antinaturales, llegando al extremo de que tenía que defecar sentándome hacia atrás en el wc, es decir agarrándome con fuerza a la bomba de agua.
Como esto no podía continuar así, me puse en manos de un psicólogo que usaba terapias alternativas. Yo, aunque en el invierno de mi vida, siempre me he considerado una persona vital y abierta a todo, así que me puse en sus manos. Él doctor Cimbrel (pues así se llamaba) me recomendó que expresara todo lo que había reprimido dentro a través del arte. Que no dejara que los sentimientos negativos se maceraran dentro de mi, y que los expulsara de la forma más creativa posible. Dicho y hecho.
De camino a casa pasé por una papeleria y compré el material, y cuando llegué a casa empecé a dibujar. Y fue mágico. Mis manos se movían solas, la gama cromática empezaba a desplegarse ante mi. Un universo de tonos ocres y pastel cogió cuerpo y empezó a conformar de forma plástica todo lo que estaba arrasando mi psique desde hacía meses. Jamás había dibujado en serio, y nunca soñé que hubiera este potencial creador dentro de mí. Pero así fue, llamadlo inspiración divina o lo que sea, pero... en fin, no me quiero extender demasiado y prefiero que lo veais por vosotros mismos.
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