Chile con carne
Publicado: 21 Oct 2019 15:54
Los medios españoles andan demasiado ocupados con los monotemas de Catalunya y, en menor medida, el unboxing de Paquito y dejan a pie de página asuntos de importancia presuntamente menor ya sea en el ámbito nacional como en el internacional.
Como tengo contactos en Chile, voy a contaros la movida que se ha desatado este fin de semana que ha tenido a muchos pegados a la tele. Porque en otros sitios también se queman contenedores (y centros comerciales).
El origen de todo no puede ser ejemplo más paradigmático de la gota que colma el vaso: 30 pesos chilenos. Treinta míseros pesos. Menos de cuatro céntimos de euro, seis de las antiguas y futuras pesetas. Ese ha sido el aumento del precio del tíquet del transpe público que ha pasado de 800 pesos a los 830, un euro y tres céntimos. Claro, que estamos hablando de un país con un salario mínimo de 300.000 pesos (no llega a los 500€) y con unos precios similares a los europeos y 4 céntimos pueden parecer muchos más que los que nos parecen a nosotros.
Por lo que la peña, sobre todo estudiantes universitarios, se cabrearon y, cómo no, salieron a la calle, primero a colarse en el metro de forma masiva, y más adelante, a medida que la cosa se iba recrudeciendo, a enfrentarse a los carabineros (los bien llamados pacos). La cosa ha estado yendo a mayores hasta que, el pasado viernes se decretara el cierre de todas las estaciones del metro de Santiago. Ciudad colapsada, tráfico saturado... Total, más caos a añadir a la montaña.
Paralelamente el gobierno de Sebastián Piñera (un primer ministro Pinochetista, corrupto, torpe y equivocadizo que poco tiene que envidiar a los mejores años de Rajoy y sus meteduras de pata) endurece "les penes" a los responsables de disturbios. La respuesta del pueblo es enfadarse y empezar a quemar cosas. Contenedores son lo de menos. He visto en estos últimos días varios centros comerciales, sucursales de bancos, edificios públicos y hasta la sede en Santiago de la eléctrica ENEL (con participaciones de ENDESA) en llamas. Y peña llevándose teles gratis igual que aquí, claro. Teles y botellas de vino.
El sábado Piñera decreta el estado de excepción y toque de queda desde las 22 a las 7, en Santiago. El sábado por la noche llegaron los milicos a la ciudad y se aguó la cocacola.
Ahora los disturbios se continúan por todo el país pero se ha calmado todo mucho y parece que lo peor ha pasado.
Medio país pide la dimisión de Piñera. Piñera dice que tururú, claro.
Como tengo contactos en Chile, voy a contaros la movida que se ha desatado este fin de semana que ha tenido a muchos pegados a la tele. Porque en otros sitios también se queman contenedores (y centros comerciales).
El origen de todo no puede ser ejemplo más paradigmático de la gota que colma el vaso: 30 pesos chilenos. Treinta míseros pesos. Menos de cuatro céntimos de euro, seis de las antiguas y futuras pesetas. Ese ha sido el aumento del precio del tíquet del transpe público que ha pasado de 800 pesos a los 830, un euro y tres céntimos. Claro, que estamos hablando de un país con un salario mínimo de 300.000 pesos (no llega a los 500€) y con unos precios similares a los europeos y 4 céntimos pueden parecer muchos más que los que nos parecen a nosotros.
Por lo que la peña, sobre todo estudiantes universitarios, se cabrearon y, cómo no, salieron a la calle, primero a colarse en el metro de forma masiva, y más adelante, a medida que la cosa se iba recrudeciendo, a enfrentarse a los carabineros (los bien llamados pacos). La cosa ha estado yendo a mayores hasta que, el pasado viernes se decretara el cierre de todas las estaciones del metro de Santiago. Ciudad colapsada, tráfico saturado... Total, más caos a añadir a la montaña.
Paralelamente el gobierno de Sebastián Piñera (un primer ministro Pinochetista, corrupto, torpe y equivocadizo que poco tiene que envidiar a los mejores años de Rajoy y sus meteduras de pata) endurece "les penes" a los responsables de disturbios. La respuesta del pueblo es enfadarse y empezar a quemar cosas. Contenedores son lo de menos. He visto en estos últimos días varios centros comerciales, sucursales de bancos, edificios públicos y hasta la sede en Santiago de la eléctrica ENEL (con participaciones de ENDESA) en llamas. Y peña llevándose teles gratis igual que aquí, claro. Teles y botellas de vino.
El sábado Piñera decreta el estado de excepción y toque de queda desde las 22 a las 7, en Santiago. El sábado por la noche llegaron los milicos a la ciudad y se aguó la cocacola.
Ahora los disturbios se continúan por todo el país pero se ha calmado todo mucho y parece que lo peor ha pasado.
Medio país pide la dimisión de Piñera. Piñera dice que tururú, claro.