Sí. Consultar con la almohada los acontecimientos últimos me ha llevado a la reflexión siguiente:
¿Podría darse en mi elección un problema de criterio? ¿Se da en efecto (esto)?
Pedagógicas intervenciones se alzan en tal sentido. Bueno. Ante argumentos tan cabales pocas cosas podré exponer. Pienso.
Sin embargo no estoy dispuesto a modificar nada, jolines. Esos tres y otros más (que ya pondré más adelante,…si me acuerdo) tienen que ir de la mano. Eso está muy claro.
Si lo que hay que cambiar es el contexto, se cambia el contexto entonces. Tiene que ser de esta manera. No de otra.
Para ello (a tal fin) procederé a la definición de un nuevo criterio.
Luego entonces, vamos allá con la nueva norma (¡qué emocionante! ¿eh?) a aplicar en este suceso particular (y otros más, caso de venir a cuento):
CRITERIO: carencia de la ausencia del mismo. Y cuando digo carencia no digo presencia. Que luego vienen incómodos malentendidos poco o nada deseables. Deseables en pequeñas dosis, a lo sumo.
Ya tenemos el germen del criterio. Es tranquilizador. Nos hemos liberado. Conseguido.
Estamos preparados. Deslizaremos nuestros pies por un camino nuevo, arrastrándolos tímidamente al principio, para terminar (más adelante) en un trote ligero.
Ahora bien, llegados a este punto, me veo en la obligación moral de aclarar otra cuestión flagrante:
El sujeto III (tres) exhibe en la fotografía seleccionada anteriormente (antes, en el otro post quiero decir) cierta característica diferencial ventajosa que alejándole de los otros, le singulariza. Podría denotar (esto) preferencia a ojos de una contemplación sensata. Nada más lejos.
Tratar de corregirlo no ha sido fácil. Ha costao, pero ahí van las puntualizaciones pertinentes. Esto homogeneizará las conclusiones un poco más si cabe. O eso creo.
Para facilitar su comprensión se respetará el orden inicial. Así es otra cosa. Mejor. En mi opinión. Más ético:
I.I (uno punto uno)
II.II (dos punto dos)
Claro, el III.III (tres punto tres) no lo pongo porque es valido el anterior III (tres).
A modo de refresco, un poco de sabiduría popular (si a mí me ha ayudado, a ti te puede ayudar):
- Tres tristes tigres comieron trigo en un trigal.
Recuerda: Si todo esto te parece una majadería, tal vez estés en lo cierto. A mí no me lo parece. Pero, igual que tú, puedo estar equivocado. Aunque no lo creas, a veces me equivoco. Si es así no podré saber que no tengo razón hasta salir del error. Eso tal vez no ocurra nunca. Estamos apañaos.