Menudo puto fraude. Porque más allá de que me guste más o menos ella como monologuista (que no me gusta mucho, no tanto por lo que dice sino por sus gestos tras cada chiste) en realidad, no es un monólogo cómico, sino un abrirse las carnes en público. Hasta la mitad transita con relativa normalidad, y te puede gustar más o menos (no es un monólogo para Caca ni para Forocoches, como hombre blanco heterosexual te ves todo el rato en el punto de mira, yo lo encajé bien, pero habrá quien se sienta en permanente tensión, que es lo que quiere ella), pero a falta de media hora para acabar aquello se aparta claramente de las risas, y se convierte en un verdadero drama. Que está muy bien, pero si yo llego a estar en esa sala y he pagado una pasta para verle, y el espectáculo que me ofrece es más una terapia personal de ella (que vaya vida tiene, pobre, normal que necesite exorcizar demonios personales y ajustar cuenta) pues me sentiría notablemente estafado.Ruttiger escribió: ↑17 Jul 2018 09:28
Está en Netflix. Y es una maldita pasada.
Hannah Gadsby es una humorista, cocinera aficionada, licenciada en historia del arte, nacida en Tasmania. Y lesbiana. Al principio del monólogo reflexiona con gracia y ritmo cómo, su condición sexual ha marcado su carrera en el humor para poco a poco ir adentrándose en cuestiones mucho más profundas en las que disecciona y define el humo, sus causas y sus consecuencias tanto para el espectador como para ella misma. Y resulta de ello un viaje emocional a veces muy divertido, otras terriblemente desgarrador, con un dominio increíble del ritmo, del equilibrio y de la tensión. Llor´é. Tres veces. Pero no de risa. Lloré de rabia, de emoción y de dolor. En poco más de una hora dispara con precisión quir´úrgica y demoledora contra la homofobia, el heteropatriarcado (muy en particular el omnipresente en la historia del arte), el humor, sus límites y sus traumas. Y es maravilloso.
Un jodido 10
Porque en casa, y con Netflix, pues si no te gusta lo paras y punto (ya digo, yo lo vi enterito y sí que tiene momentos emocionantes), pero si has pagado la entrada...
Para mi gusto, el momento más emocionante es cuando cuenta que quien te salva son los que te quieren a tu alrededor y estar conectado y tal y cual.
Sus gafas (no las de la foto) son muy chulas.
Su acento me resultó incomprensible, así como otras veces entiendo muchas cosas ese tono mitad británico y mitad me estoy comiendo un chicle tasmano... no entendía un pijo sin leer los subtítulos.
Nunca me ha gustado Picasso una mierda. Me gusta mucho el azul.
Devuélveme mi dinero Hannah, que yo me puse un monólogo para ver algo ligerito, no para que me dejaras traumatizado.