Obituarios

[Criadillas]

DEP. Un mandangazo no es tan mala forma de morir, si uno lo piensa.

No lo es si uno se lo autosuministra tras ser diagnosticado de una enfermedad incurable y decide poner fin a todo, pero si es porque uno es adicto al jaco y se le va la mano con 54 años, pues MENUDA PUTA MIERDA.

Yo es que lo comparo con un cancerote bien agresivo (o todo lo contrario, de los que duran 5 añazos), con un accidente de coche como el del prota de Fast and Fourious, con incendio y carbonización posterior, o con una buena corbata colombiana seguida de una tortura made in Los Zetas, y coño, negro, póngale otra jeringuillota de esas a servidor también.

[M. Corleone]

DEP. Un mandangazo no es tan mala forma de morir, si uno lo piensa.

No lo es si uno se lo autosuministra tras ser diagnosticado de una enfermedad incurable y decide poner fin a todo, pero si es porque uno es adicto al jaco y se le va la mano con 54 años, pues MENUDA PUTA MIERDA.

Yo es que lo comparo con un cancerote bien agresivo (o todo lo contrario, de los que duran 5 añazos), con un accidente de coche como el del prota de Fast and Fourious, con incendio y carbonización posterior, o con una buena corbata colombiana seguida de una tortura made in Los Zetas, y coño, negro, póngale otra jeringuillota de esas a servidor también.

Visto así, que vengan las amapolas afganas a masajearme el cortex cerebral, sí.

[M. Corleone]

Palazo totar lo de Omar/Chalky White.

Vaya dos putos personajazos se marcó. Además de ser de lo poco salvable de Territorio Lovecraft.

DEP. Un mandangazo no es tan mala forma de morir, si uno lo piensa.

Carlos Boyero hablando del actor y del personaje de Omar:

Me ocurre todo lo contrario que con Belmondo ante la muerte de un actor de reparto (habría que desterrar esa etiqueta y hablar solo de grandes interpretaciones, largas o cortas) llamado Michael K. Williams. Es uno de los muchos e inolvidables actores y actrices que habitan la serie de televisión más inteligente, compleja, honda y fascinante que he visto nunca. Se titula The Wire y habla de muchas cosas trascendentes o íntimas con un lenguaje incomparable. Del monstruoso tráfico de drogas en la ciudad de Baltimore, de los agonizantes sindicatos portuarios y su complicidad con la gran mafia para intentar sobrevivir, de los yonquis más tirados, del transparente o subterráneo fango que inunda la política, la abogacía, la policía, y el periodismo, de la educación de los niños negros provenientes del gueto o del desamparo absoluto, de profesionales de la ley y gente honesta intentando en vano frenar al invencible mal, de la iniciación de los capos de la heroína en el universo de la alta economía y de la construcción inmobiliaria, de una batalla tan permanente y feroz como perdida. Todo está inmejorablemente descrito y narrado en The Wire.

Y, por supuesto, cada espectador de esta serie tiene su personaje favorito. Hay muchos y memorables donde elegir. Y no es tarea fácil. El que más me enamora y me conmueve a mí se llama Omar Little. Lleva su homosexualidad con naturalidad y arrogancia en el mundo más machista. Es el atracador más viril, osado, listo, valiente, chulo y legendario de Baltimore. Funciona a su aire, lejos de clanes, roba la droga a los jefes del gran mercado, mantiene intransferibles códigos de conducta, el pueblo le quiere y los poderosos le temen. Es un Robin Hood urbano en el universo más peligroso. Desafía con sorna y atrevimiento a los monarcas del crimen, al poder. Solo ataca a los fuertes, otorga un valor inmenso a su ancestral amistad con un anciano ciego, es amoroso y tierno con sus novios, su palabra es sagrada, es un tío de ley, es pura calle. Y afronta un permanente duelo a muerte que nunca podrá ganar. Se lo cargarán. Lo hace un niño ambicioso para buscarse su improbable lugar en el sol. Pero antes, todos los críos desarrapados de Baltimore pronuncian con devoción su nombre cada vez que sale para ajustar cuentas o dar un palo. Gritan embelesados: “Es Omar, ha llegado Omar con su escopeta”.

A este león solitario, a este outsider mítico, le ponía rostro, gestualidad, movimientos y voz el admirable Michael K. Williams. Le dotaba de encanto, fiereza, sutileza y credibilidad. Te hacía comprender y querer a su personaje. Y me pongo muy triste con su desaparición. Me ha regalado momentos inolvidables. También era convincente, eléctrico y daba mucho miedo interpretando al jefe de la comunidad negra de Atlantic City, a un tipo durísimo destruido por un amor en otra serie magnífica titulada Boardwalk Empire. Ya no le veremos más. Su Omar Little, como Tony Soprano, es un personaje inmortal. Siempre tendrán ambos un lugar privilegiado entre mis mejores recuerdos cinéfilos.

[Criadillas]

Inmejorable panegírico.

Echo mucho de menos leer a Boyero. Hace años me hice muy adicto a sus "entrevistas digitales" con los lectores de El Pais. Muchos días tenía el humor mustio y no estaba para ninguna hostia. Pero cuando alguien le tocaba la fibra con alguna pregunta que le parecía interesante, el tipo sabía escribir como ningún otro crítico de cine y televisión al que yo haya seguido ni antes ni después.

Me cae bien Boyero, pese a su eterna pose de vinagres que disfraza peor que bien a un tío tierno y sensible en el fondo.

[M. Corleone]

Inmejorable panegírico.

Echo mucho de menos leer a Boyero. Hace años me hice muy adicto a sus "entrevistas digitales" con los lectores de El Pais. Muchos días tenía el humor mustio y no estaba para ninguna hostia. Pero cuando alguien le tocaba la fibra con alguna pregunta que le parecía interesante, el tipo sabía escribir como ningún otro crítico de cine y televisión al que yo haya seguido ni antes ni después.

Me cae bien Boyero, pese a su eterna pose de vinagres que disfraza peor que bien a un tío tierno y sensible en el fondo.

Yo soy fan de Boyero, también. Yo te gano, porque empecé a leer sus entrevistas digitales en El Mundo, antes de hartarse y pasarse a El País. Suele hablar en "La Ventana", en La SER, creo que es los jueves o viernes, antes de los estrenos de la semana, hacia las 6:30.

Se está haciendo ya muy mayor y, aunque siempre ha sido muy pro-cine clásico y anti experimentación (visión con la que yo siempre me he sentido muy identificado) últimamente me parece que ya la cosa ha ido a más, y está un poco demasiado cerrado a cosas que huelan a nuevo. Pero vamos, normal, tiene una edad. Compartimos además esa querencia por el cine USA, y por las actrices guapas (siempre ha sido muy fan de Charlize Theron). Pero, lo dicho, hace poco hizo una crítica de alguna peli que estaba relacionada con algo de cultura pop que hasta yo mismo conocía (no recuerdo de qué peli hablaba, ni sé cómo explicarlo mejor) y el tipo no supo hacer ni una sola referencia a ese mundillo, y claro, estaba muy desubicado. Pero yo le quiero, y entra en esa categoría que tanto le gusta a @Dolordebarriga de "hombres que sufren porque sí". Tuvo una notable adicción a la cocaína (acompañada de alcohol), y ha estado aquejado de fuertes depresiones cíclicas, lo que unido a sus múltiples vaivenes sentimentales le han hecho pasar temporadas muy malas.

Aprecia la lealtad, y sus comentarios sobre la vida en general me suelen gustar mucho. Me hizo descubrir a Ellroy, a Martin Amis, a muchos otros escritores, cuando era crítico de TV y después de comentar un programa bazofia que había estado "obligado" a ver por profesión, terminaba sus crónicas con un "apago la televisión y me pongo a leer América, de James Ellroy", y cosas así. Cuando comenzó la piratería, él sufría porque solo podía ver "The Wire" a medida que iban sacando los packs de DVD (no sabe inglés, no maneja ordenadores) y recuerdo con gozo como fans suyos le iban mandando a la redacción de El Mundo las últimas temporadas de Los Soprano o The Wire antes de que salieran a la venta los DVDS (no había en España HBO aún).

En fin. Pollavieja. Está mayor. Empieza a fallarle la memoria a la hora de citar pelis y nombres. Pero es entrañable, y creo que es un crítico honesto, en el sentido de que si no le gusta una peli lo dice, y si le gusta lo dice también, sin importarle lo que diga la gente (por ejemplo, Almodóvar).

[Dolordebarriga]

A mí también me gusta Boyero, me molesta que sea tan cerrado, que tenga tantas cosas que no soporta y que sea incapaz, por puto orgullo estúpido, de cambiar de opinión. Pero me gusta. Cuando está phino es muy entretenido leerle una crítica.

[Criadillas]

Ha doblado la servilleta uno de los grandes del cine patrio: Mario Camus.

Los Santos Inocentes es un señor peliculón.

Casi tan bueno como la tetralogía de Godzilla Vs Kong.

RESCEPTO.

[The last samurai]

Ha doblado la servilleta uno de los grandes del cine patrio: Mario Camus.

Los Santos Inocentes es un señor peliculón.

Casi tan bueno como la tetralogía de Godzilla Vs Kong.

RESCEPTO.

REXPECTO

Siempre me han molado los eufemismos que se utilizan para dar a entender que un sujeto ha fallecido: doblar la servilleta, entregar la cuchara, doblar el gorro... Si sabéis más, en este hilo no darían mucho el cante jejeje.

[M. Corleone]

Milana bonita.

Siempre me han molado los eufemismos que se utilizan para dar a entender que un sujeto ha fallecido: doblar la servilleta, entregar la cuchara, doblar el gorro... Si sabéis más, en este hilo no darían mucho el cante jejeje.

Cerrar sesión, dejar de pagar a Hacienda, estirar la pata, irse al otro barrio...

[Perro De Lobo]

Quitarse del tabaco en mi top siempre.