No sé si esto va acá, pues es más una consulta sobre un libro que me he leído.
Me han regalado
El Guardián invisible, (Dolores Redondo, 2012). El caso es que más que las típicas preguntas sobre si me ha gustado o si está bien, preguntas que contestas con los invariables cumplidos de "se lée de un tirón" y "Seee, biaaan" (sonriendo mucho), esta vez la oferente me ha preguntado si merece la pena regalárselo a otras personas.
He acá lo que me reconcome. ¿Qué le respondo?
Es, por contarlo de otro modo, la historia de tres hermanas de acomodada posición en el Valle del Baztán (Reyno de Navarra en la frontera con Francia). La mayorazga (?) -mujer de carácter recio casada con un hombre débil- se hace cargo del próspero negocio familiar y el cuidado de sus ancianos progenitores, ayudada a regañadientes por la segundona -mujer sin carácter que es el hazmerreír del pueblo de Elizondo por como le cuernifica el parásito con el que convive-; la benjamina (?) y heroína de la novela, tiempo ha que por mor de la tirria que le tenía uno de sus ancestros fué expulsada de la familia y con posterioridad vendió a las mayores su participación en la empresa, con lo cuál ha tenido que desarrollar su vida por su cuenta.
Hasta el momento parece "El Rey Lear" ¿verdad?. Sin embargo las relaciones entre los familiares de la protagonista son lo mejor de la novela.
A continuación La Vanguardia nos ilustra sobre las bondades del libro
http://www.lavanguardia.com/libros/2013 ... varro.html¿A qué no se parece en nada a lo que he contado?
Puedo explicarlo todo.
La trama detectivesca es una sucesión de "tecnicismos" en los que la autora reprocha a las series de televisión de no dar informaciones exactas, que no incorrectas. De hecho la propia Redondo tras explicar que un forense no puede dictaminar la hora de la muerte de un difunto
in situ sin hacer un análisis exhaustivo del entorno, incurre en el mismo vicio televisivo que denuncia. Y se supone que ése es el eje central de la novela, el habitual corre-que-te-pillo en busca del psicópata homicida o conspiración ocultista de turno.
Los elementos "mágicos" consisten en cosas tan originales como gigantes protectores de bosques y montañas y gráciles féminas que cuidan de ríos y vida animal en general. Lo nunca visto en la mitología. Y su papel en la trama es poco menos que ridículo, tal es así que en la persecución final se limitan a ejercer de "jodefotos" saliendo, ahí, al fondo moviendo las manitas como niños cuando ven una cámara de TV. O esas echadas de carta del Tarot que están ahí para rellenar porque nunca contestan a nada. O ese "hexperto" de FBI que aprovechando que el Mississippi pasa por Nueva Orleáns la ayuda recurriendo al vudú o a la santería o vaya usted a saber.
Por no hablar de las exageradas reacciones de los personajes, vicio típico del romanticismo decimonónico recuperado para este siglo XXI para que nos vayamos metiendo en ambiente en cuanto a como van a ser a partir de ahora las relaciones laborales. A mi, a mí ¿eh?, que un tipo se entere de que su amante le ha engañado y delante mismo de la antedicha o el rival su única reacción sea ponerse de rodillas y echarse a llorar mientras se sujeta la cabeza con las manos, la verdad, no me termina de resultar creible. Y ocurre como unas tres veces en cuatrocientas cincuenta páginas.
Está todo muy metido a lo motrollo, o cogido con pinzas. Que se puede recomendar como lectura fácil, si, pero me sigue dando como no-se-qué hacerlo desde que a través de Vicisitud y Sordidez descubrí el blog de Santiago Bergantinhos, y lo que él denomina "personaje Mary Sue":
http://www.larealidadestupefaciente.com ... q=mary+sueBergantinhos tiene más mucho más, pelis, música, etc... Recomiendo ese blog sin dudarlo, pues entre otras muchas entradas maravillosas en él encontré a Clandestino Menédez explicando el material del que se hacen los
sueños best-sellers:
http://cuadernos-criticos.blogspot.com.es/Y ahora, si habéis leído estos dos últimos enlaces, volved a pillar el artículo de La Vanguardia, veréis que risas.
¿Cómo digo a quién sólo quiere un libro para pasar el rato sin más que
El guardián invisible cumple dicho objetivo pese a estar casi convencido de que no es buena novela?