
De hecho me planteo no volver a ver jamás una película (total para qué si ya he visto todo lo mejor que había que ver), con tal de que ese número no cambie.
(Y asesinar a Mclaud para que él tampoco vea ninguna más).
Si tuviera que decidirme entre "alipori" y "serendipia" a la hora de ponerle nombre al yate de oligarca ruso que te voy a comprar no sé yo, no sé yo.